Muy buenos días estimable lector gracias, muchas gracias por continuar leyendo su Diario “El Independiente”.

Inicio esta columna comentando a Usted; Actualmente todos los partidos políticos tienen que asumir la responsabilidad de defender el Estado de Derecho. La posición que hoy tienen que adoptar los obliga a impulsar la democracia y exigir el cumplimiento de la Ley, defender con tenacidad absolutamente todos los derechos mexicanos, promoviendo el progreso material, impulsar reformas de las instituciones para conformar un estado social de derecho, para asegurar un gobierno de Leyes firme y vigilante. 

Actualmente se requiere que todos los partidos políticos nacionales luchen por el fortalecimiento de la democracia, y adquiera un serio compromiso para la nación que se interese en una defensa más activa de nuestra soberanía, de las libertades civiles, de los derechos humanos, defender el Estado de Derecho y de la legalidad que los mexicanos han conquistado. Tienen que comprender los dirigentes políticos que la democracia solo se fortalece en un marco de libertades, no acepta privilegios ni exclusiones, presupone un Estado de Derecho y una economía que permita el desarrollo de todos los individuos. La sociedad mexicana admite que en nuestra Constitución se otorga certidumbre en el destino de México, comprenden que los caminos que buscan evadir el Estado de Derecho, conducen inestabilidad, porque no hay certidumbre posible sin Estado de Derecho.

En este mismo sentido; todos los partidos políticos, están obligados a ir en la búsqueda de los instrumentos más adecuados para la consecución de los fines que todos los mexicanos perseguimos: un Estado de Derecho que garantice mejores libertades; una sociedad y un estado eficiente en el combate de la desigualdad excluyente y de los rezagos sociales; un estado justo, una sociedad solidaria de hombres y mujeres libres e iguales, sin excepción; una comunidad abierta a la expresión de las ideas, al debate, manifestación de las creencias; una sociedad plural plenamente democrática; una economía de oportunidades y bienestar para todos; en estado que no admita impunidad y condena la violencia que promueva la paz y la conciliación social; que vayan por una nación soberana de la que nos enorgullecemos todos los mexicanos, que preserve y promuevan nuestra identidad y nuestras tradiciones.

Absolutamente todos los actores políticos tienen el deber de condenar la violencia y la inseguridad, haciendo valer el estado de derecho, pero también deben preocuparse por construir condiciones sociales adecuadas para que, toda la sociedad disponga de mejores niveles de vida y de alternativas de empleo para satisfacer las necesidades y expectativas. Es hoy el momento de fortalecer la vida pública como un espacio privilegiado para la concurrencia de todos los esfuerzos, solo así la sociedad podrá cumplir plenamente sus aspiraciones.

Concluyo; no me cabe la menor duda, el apego a la norma, su observancia es lo que otorga certidumbre en la vida social; hace posible que cada uno de nosotros cuente con seguridad, además, permite que a a través de la participación política respetuosa se constituyan gobiernos legítimos.