La Paz, Baja California Sur.- Luego de haber sido robada y decapitada, la figura del santo patrono de San Blas, Baja California Sur (BCS) que data del siglo XIX será llevada ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su revisión y posible restauración.

Esto adelantó el padre Juan Gómez Esqueda, vocero de la Diócesis de La Paz para Diario El Independiente, quien hizo énfasis en que el caso está siendo atendido por el párroco del lugar, el haitiano Walky Genar y el apoderado legal, el padre Guadalupe García Ruíz.

Negó que se trate de daños “por cuestiones de odio contra la Iglesia”, sino que dijo, son conflictos provocados por una persona con “desequilibrio mental”, en este caso María del Socorro “N”, quien se encontraba en poder de la figura y confesó los daños al ser detenida.

El agravio que representa para la comunidad los llevó a denunciar a través del subdelegado de San Blas, Heraclio Hirales Sánchez el pasado domingo el robo de la figura del santo patrono, la destrucción de ventanas, cerraduras y una figura de la virgen de Guadalupe.

La capilla está ubicada en el kilómetro 178+9 de la carretera al sur La Paz-San José del Cabo (vía larga), en medio del camino de terracería que conduce a San Blas y los Divisaderos, que termina en San Juan de Los Planes.

De acuerdo al parte de la Policía Municipal, tres agentes policiacos llegaron a las 12:45 horas del domingo al lugar y documentaron los daños en el recinto sagrado; acudió posteriormente personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Destaca en el reporte policiaco en poder de Diario El Independiente, que 45 pobladores se encontraban alterados y ofendidos por la falta de respeto a la iglesia.

Al ser superados en número, los agentes consideraron que la situación se salía de control, por lo que tuvieron que pedir refuerzos a 2 patrullas más, para posteriormente controlar a María del Socorro “N” quien además retó a los pobladores desde el patio de la capilla.

Es muy difícil colocar guardias ahí, dijo el padre Juan Gómez Esqueda, ya que el lugar está alejado de las casas del pueblo y no hay presupuesto para pagar guardias; pero consideró que la capilla es bien cuidada por los pobladores.

No es un caso para “tener miedo” reiteró, ya que esta es una situación atípica y no un atentado contra el templo, la iglesia o la religión católica.

Los encargados eclesiásticos de atender la situación revisaron el lugar el lunes por la mañana, para determinar las medidas para resguardar el sitio.

La encargada de llaves de la iglesia, Graciela Geraldo Geraldo de 64 años de edad, fue la primera persona en constatar los hechos, de acuerdo al reporte.

El agente de la PGJE, Juan Miguel Betancourt del área de unidad de Imputados en Robos, recibió la escena del crimen y determinó el traslado de la detenida a La Paz para su valoración médica.

A la mujer se le extendió un certificado por el médico legista y fue presentada ante el juez cívico, que impuso 12 horas de arresto o el pago de una multa administrativa para obtener su libertad.