La Paz, Baja California Sur.- Como una postura complaciente calificaron ciudadanos la reacción de las Organizaciones NO Gubernamentales (ONG´s),  ante el ecocidio de la playa Balandra donde el yate sigue hundido y derramando aceite.

Tras el incendio del yate hace ya una semana en el Área Natural Protegida (ANP), que ocasionó una contaminación sin precedente en ese espejo de agua, se activaron brigadas y se logró recoger más de 10 toneladas de desechos tóxicos.

Mientras que autoridades federales poco o nada informaban del desastre ecológico, las organizaciones civiles que participan en la conservación de Balandra no reaccionaron hasta 3 días después.

En un comunicado expresaron su consternación por lo que reconocieron como una de las mayores contingencias ambientales que ha vivido ese lugar.

Sin pedir castigo a los responsables o una actuación urgente para recuperar el cuerpo de agua se limitaron a admitir que los esfuerzos de conservación son perfectibles y que debe de haber un presupuesto suficiente.

Y mientras continuaba el hermetismo de las autoridades ambientalistas y apenas fluyó la información de denuncias penales y ambientales, ciudadanos acusaron que el barco continuaba contaminando la playa y que los trabajos de limpieza se habían parado a media semana.

En las páginas de las organizaciones, del aplauso se pasó al reproche de parte de los mismos ciudadanos al no observar una postura crítica y contundente que exigiera ordenamiento inmediato en la zona; así como el hecho de que nada mencionaron sobre las acciones de recuperación de la playa, y mucho menos que hayan exigido un informe de daños.

Incluso, hubo quienes les señalaron que ante esta omisión y dado que son “los encargados” de la conservación de la ANP, son parte del problema.

Les recordaron que la Balandra es de todos los sudcalifornianos, pero que ellos se creen los dueños.