Supimos que
El Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINA), tuvo su primera sesión ordinaria. Estuvo presente el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío. Esta dependencia es una de las más nobles e importantes de la administración pública. A través de ella, como su nombre lo indica, se trabaja para lograr la máxima protección a la niñez y a la adolescencia, las nuevas generaciones de sudcalifornianos y mexicanos que deben crecer y desarrollarse sanas de mente y de cuerpo. Los varones también sufren violencia y acosos de toda índole. La SIPINNA tiene una enorme tarea y debe recibir el apoyo no solo de los gobiernos, sino también de la sociedad…
Llamaron la atención los comentarios del ex gobernador Narciso Agúndez Montaño, que bajo la bandera del Partido del Trabajo se empeña en seguir opinando sobre política, para obtener nuevas posiciones públicas, según sospecha la vox populi. Para él, una senaduría, y para sus hijos, otros puestos de elección popular. No cuestionamos la capacidad ni el derecho de sus vástagos a participar en estos procelosos mares, pero sería mejor que NAM se mantuviera al margen. Llegó a la máxima posición a que puede llegar políticamente un sudcaliforniano: gobernar su tierra natal.
Le recordamos que sus principales promotores e impulsores para alcanzar este puesto fueron Leonel, gobernador, Rosa Delia y Juventino Cota Montaño. Entonces muy influyentes en el PRD a nivel nacional. Dentro de las filas del Sol Azteca y el PT había otros buenos prospectos: Víctor Manuel Guluarte Castro, Víctor Manuel Lizárraga Peraza, Manuel Salgado Amador y Alfredo “Chato” Porras. Habían sido cabezas de partidos políticos, líderes sindicales, secretarios generales de gobierno, participado activamente en política. Tenían capacidad, experiencia, oficio político… y pueblo. Leonel se decidió por Narciso. Sin su apoyo no hubiera llegado. NAM dice que hay políticos que se enriquecieron y desaparecieron de la vida pública. De la mayoría diremos que lo hicieron por discreción, para no atravesárseles a sus sucesores buscando protagonismos.
Si consiguieron nuevas posiciones las desempeñaron pero con mucho respeto. Como lo está haciendo Leonel. Narciso tuvo su tiempo. Ya es historia. El honor de haber gobernado su tierra natal nadie se lo quita No pida otras posiciones, déjeselas a la militancia del PT donde seguramente hay buenos elementos que esperan oportunidades. Víctor Castro, ya le pagó la factura con todo e intereses por haberlo apoyado, colocando muy bien a sus hijos. . A estos, déjelos volar solos. Se criticó al PRI por los “cachorros de la Revolución”. Hijos de políticos excelentemente posicionados. Ahora ¿se criticará al PT y aliados por imponer a los “cachorros de la 4T”?… Hasta la semana próxima Dios mediante…