La grave crisis en que ya se encuentra la distribución de agua potable en la ciudad de La Paz, pone en claro la ineficacia de una alcaldesa Milena Quiroga Romero que durante su campaña política ofreció como principal bandera, precisamente atender y resolver este problema.

Ahora la situación está peor.

No solo porque ya no alcanza a cubrir la distribución en colonias que antes se hacía, sino porque además ahora el conflicto se agrava al no poder mantener una relación de trabajo adecuada con los piperos que distribuyen agua sobre todo a empresas de todo tipo.

Desgraciadamente para la alcaldesa Milena Quiroga, su espíritu de jefa, que no ha podido frenar, también le genera ya serios problemas de confrontación con quien no esté de acuerdo en su lógica personal en este este asunto de la distribución del vital elemento.

La negligencia está a la vista de todos, no hay una adecuada distribución del vital elemento, se observa desorganización administrativa en el organismo operador del sistema de agua potable y para agravar el asunto, ahora los distribuidores de agua en pipas, prácticamente han realizado un paro de actividades que ha afectado la entrega del vital elemento a restaurantes, y empresas turísticas de diversos tamaños, pero sobre todo a zonas habitacionales donde aún no se cuenta con la red de distribución que exige la ley.

Obviamente tiene que haber solución y rápido pues la temporada de calor apenas empieza y ya se han registrado en la capital temperaturas hasta de 40 grados centígrados que ponen en riesgo a la población que se queja todos los días de la falta de agua.

¿Cómo establecer el desarrollo que se espera alcanzar en esta bella capital si no hay un adecuado trabajo en el sistema de agua potable?

Peor aún, como si fuera una burla, la alcaldesa intenta por todos los medios posibles hacer notar que en efecto aspira a ser candidata de Morena a la Senaduría.

¿Con estos resultados, solo en materia de agua potable, realmente aspira Quiroga Romero a una posición de esa naturaleza?

La escasez de lluvia se suma a la pésima manera de atender esta necesidad de agua por la que atraviesa la comunidad paceña.

Así que, a casi un año de la actual administración municipal paceña, crece la decepción y la molestia ciudadana.

Ya no basta que la población tenga en sus domicilios sistema de almacenamiento del vital elemento pues el agua simple y sencillamente no llega a las casas con la frecuencia que antes llegaba ni con la misma presión en las válvulas caseras.

¡Vaya! Ahora ni en las empresas purificadoras de agua se encuentra el vital líquido.

Alguien tendrá que decirle a la alcaldesa Milena Quiroga que primero son los resultados y luego las nuevas aspiraciones políticas.

Pero está claro que existe una crisis de prioridades en donde hay más interés por lograr una nueva candidatura que brindarle a los paceños los resultados esperados.

La población paceña tiene sed.

Sed de agua y de congruencia entre el decir y el hacer que en la alcaldesa paceña es una de sus características más notorias.

Ahora resulta que no hay suficiente agua, tampoco soluciones y crecen los conflictos que peligrosamente pueden incrementar el malestar ciudadano al punto desbordarse en las calles si no se actúa a tiempo.

Aún resta de calor lo que falta de julio, agosto y septiembre que como siempre son meses de altas temperaturas y el panorama respecto a la distribución de agua potable se perfila para ser el peor de los últimos años.

Vaya medalla que penderá del cuello de la alcaldesa Milena Quiroga, sobre todo cada que vez que pida más apoyo a la ciudadanía para ser candidata a la senaduría en el 2024.

Ya veremos cómo evoluciona esta situación.