Muy buenos días estimable lector gracias, muchas gracias por continuar leyendo su Diario “El Independiente”.

Inicio esta columna comentando a Usted: Dado que el trato igual a desigualdades produce injusticia, el Estado tiene la obligación de crear y garantizar las condiciones económicas y sociales de oportunidad y equidad para que todos los mexicanos accedan al Bienestar Social pleno. 

Nuestra Constitución, al incluir los Derechos Sociales a la tierra, al trabajo, a la educación, la salud, la vivienda, seguridad social, al abasto y a la alimentación, a la recreación, aun medio ambiente sano, y en general, a la satisfacción de las necesidades humanas, creo e implemento los instrumentos para construir una sociedad igualitaria y justa en que el ingreso y los recursos se distribuyan equitativamente entre las personas y los grupos sociales. Los antiguos gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional, y Acción Nacional, nos heredaron unas profundas desigualdades y que hoy vivimos son inadmisibles. Moderar la opulencia frente a la indigencia sigue siendo una exigencia y un sentimiento de nuestros hermanos mexicanos. Por ello la igualdad de todos frente a la Ley es, por un lado una garantía fundamental que suprime privilegios y fueros, y por otro, el fundamento de nuestra convicción de que los intereses general priva sobre los intereses particulares de grupos, sectores o ciudadanos.

En este sentido; el Gobierno Federal reconoce que la legalidad es como un valor que les compromete al respeto de la norma jurídica, cada acto del ejercicio del poder debe ser realizado dentro del Estado de Derecho, que se finca en el reconocimiento de un orden jurídico que es producto de la voluntad general, y sustento de la legitimidad del propio poder público. Porque se garantiza a todos seguridad y certeza legal, así mismo se tiene que entender, aplicación expedita de la Ley, el funcionamiento de un poder judicial autónomo, imparcial, honesto y eficiente, ya que todos son pilares del Estado de Derecho que defienden los mexicanos. Se tiene que entender, la justicia debe ser constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que legítimamente le corresponde, y su valor similar al de la libertad y la igualdad. Sin libertad, la justicia es incompleta; sin justicia la libertad es débil; sin igualdad; la justicia es quimera; sin justicia la igualdad es utopía. 

Ahora bien el poder político no es un fin en sí mismo, es instrumento para crear una nación más libre, justa, democrática y más equitativa, por todo esto para hacer actualmente política en México se requiere congruencia, honestidad, lealtad ya que el espíritu de servicio y la responsabilidad sean valores indispensables.

Concluyo: los Derechos Humanos se refieren a todas la libertades fundamentales que se adhieren a la dignidad, derechos universales que son inherentes a todo Ser Humano, independientemente del espacio geográfico y el tiempo, sin aceptar restricciones por edad, sexo, raza, origen, etnia, credo o ideología.