• Centros nocturnos continúan negando entrada a comunidad, urgen representantes la creación de espacios incluyentes
San José del Cabo, Baja California Sur. Mientras que para una persona de
orientación sexual heterosexual el salir un fin de semana con amigos y
conocidos a algún centro nocturno no representa algún problema, la comunidad
LGBTQ+ se ve afectada por actos de discriminación al impedirles la entrada en
algunos antros, debido a su apariencia, orientación y hasta por muestras de
afecto público como besos entre personas de un mismo género.
Al respecto, en el marco del inicio del mes de orgullo para la
comunidad, la representante de Trans BCS, colectivo de diversidad sexual que
apoya principalmente a las personas transgénero de Baja California Sur, Sasha
Ceseña, habló sobre la necesidad de espacios que sean incluyentes y respeten
los derechos de todas, todos y todes.
"Como cualquier otra persona tenemos derechos para una recreación
libre y respetuoso y hemos tenido ese problema desde hace muchos años, en lo
personal tuve un incidente en algún antro de la localidad, que me negó el
acceso por el tema del baño y eso se ha repetido en diversos lugares donde por
alguna expresión de afecto entre personas del mismo género o que ellos toman
como mal, se termina afectando a las personas" dijo.
Señaló que la "incomodidad" de los que rodean a las parejas
con orientación sexual diferente son constantemente humilladas y se les obliga
a retirarse de los centros de esparcimiento por el mismo tema. Por ello,
recalcó es de vital importancia crear empatía por parte de toda la
sociedad, de los empresarios y comerciantes o cualquier personas que
ofrezcan un servicio dentro del destino, que además tiene alrededor de un 16%
de visitantes de la comunidad LGBTQ+, del 100% de los turistas que llegan cada
año.
Explicó que el paso que deben dar los gerentes e inversionistas es
sensibilizar al personal, pues aunque en ocasiones los gerentes, encargados o
personas de mayor responsabilidad o con cargos más altos ofrecen un
buen trato, sin embargo, son en ocasiones los meseros, cadeneros y otros
empleados, que por pensamientos personales terminan agrediendo a los
visitantes.
"El dinero rosa deja también y vale igual, es importante empezar a
tener una apertura y empezar a tener más espacios para estar libremente sin
necesidad de cuidarnos u ocultar quienes realmente somos sin el miedo de saber
si nos van a dejar entrar, si vamos a tener un problema o no y creo la
protección del derecho de todas las personas a la recreación es
importante", declaró la activista.