Madre amorosa, compañera carismática, apasionada por la música, así la describen decenas de amigos y familiares, quienes lamentan su asesinato y reclaman justicia
La Paz, Baja California Sur.- Itzayana Aguilar Romero tenía 29 años y dos pequeños, de siete y 8 meses de edad. Era vocalista de una banda de rock en el norteño municipio de Mulegé, en Baja California Sur; mujer, madre, hija, amiga.
Fue acribillada dentro de un cuartel de la Secretaría de Marina en aquella región y su cuerpo entregado tres días después a sus familiares. Su asesinato ha conmocionado a la comunidad mulegina.
Sus amigos la describen como una madre amorosa y entregada a sus hijos, como una joven carismática y trabajadora. Concluyó sus estudios de bachillerato en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyt) 01 en Mulegé.
Su asesinato -ocurrido la madrugada del domingo- ha cimbrado al municipio, y cientos de muleginos se han unido para demandar castigo a los responsables.
Itzayana era una joven apreciada en su comunidad. Compañeros músicos, integrantes de la agrupación River Band, expresaron sus condolencias y compartieron en redes sociales imágenes de diversas presentaciones musicales. “La escena musical de Mulegé” está de luto, se puede leer en decenas de muros de Facebook.
Itzayana ingresó a cantar con esta banda en el 2017.Era su vocalista y cariñosamente le llamaban “powerful”. Tenía una potente voz y justo por estas fechas participaba como coach de un concurso de canto en aquel municipio, denominado “La voz Mulegé”.
“En el 2017 ingresó a la banda como vocalista y siguió mostrando su sonrisa y su carisma. Fue así que cada año seguía firme en la agrupación hasta casi cumplir cinco años en noviembre de 2022 y que todavía le faltaba mucho por seguir cantando”, publicó River Band en su cuenta oficial.
Sus compañeros, al tiempo que enviaron condolencias a sus familiares, le agradecieron por pertenecer a la agrupación y destacaron su carisma .
“Gracias por todos esos momentos que nos regalaste, por esa sonrisa y brillo que te caracterizaba, sobre todo esa alegría y disposición para con los demás. Donde estés seguirán brillando y nosotros recordándote”.
Mulegé está de luto. Itzayana les falta a sus hijos, a sus padres, a su comunidad. Un solo reclamo se mantiene en aquella región: ¡Justicia!