Ahora que ya se conocieron los resultados electorales de la jornada del pasado domingo realizada en seis entidades del país de las cuales cuatro fueron par Morena y el resto para la alianza Va por México, vale la pena preguntarse cómo impactarán estos resultados en las decisiones que tomen estos partidos a nivel local.

En el PAN, por ejemplo, aún no queda claro si la dirigente Lupita Saldaña podrá sacar bien la tarea.

No hay un trabajo de fondo como dirigente que le permita avanzar en las intenciones de este organismo político para reconvencer a la población.

Tiene para fortuna de los panistas, a diputados que se encuentran en contacto constante con la población sobre todo en los casos de Armando Martínez y Rigoberto Mares, que por su parte no ha cesado en mantenerse comunicado con sus electores.

Pero a nivel dirigencia, las cosas no están del todo bien.

Con una labor en que deja mucho que desear tanto en la supuesta estrategia mediática y de organización interna y de contacto con los diversos grupos que conforman Acción Nacional, el saldo es deficiente.

Los panistas por convicción padecieron las equivocadas directrices de Carlos Rochín durante los últimos tres años de la administración del entonces gobernador Carlos Mendoza Davis y ahora están literalmente sin un verdadero liderazgo efectivo de su dirigencia.

Por supuesto que se tendrán que recargar en el trabajo de los mencionados legisladores, pero hasta ahora parece que ello no será suficiente.

Por ello los resultados registrados en las elecciones del domingo anterior, ponen otra vez en la mesa de análisis qué se va hacer con el PAN sudcaliforniano que está llamado a encabezar una alianza principalmente con el PRI pues la dirigencia estatal del PRD que encabeza Noé de la Rosa ha señalado que no irán juntos otra vez en próximos procesos electorales.

Está claro que solo aliados estos organismos políticos podrán darle la pelea a Morena.

El dilema será desde ahora definir quién será el actor político que encabezará esa alianza.

¿Será un priista o un panista?

Obviamente Lupita Saldaña está descartada desde ahora para esa posición.

Entre los priistas la lista también está muy reducida de quienes podrían encabezar una alianza panista priista.

Así que los resultados del fin de semana, ponen en claro que en Baja California Sur se tendrá que trabajar en construir un liderazgo convincente que puede dar la pelea.

Esperar que un morenista se decepcione de su partido y se vaya a esta alianza, es muy relativo, por lo que ya desde ahora se debiera trabajar en conformación de una propuesta que compacte a ambos partidos políticos y que por supuesto sea convincente hacia la población.

Ya veremos qué sucede.