Con los resultados obtenidos el pasado fin de semana en seis entidades del país donde se renovaron las gubernaturas, Morena logró la victoria en cuatro de ellas y el resto fueron para la alianza “Va por México” integrada por el PAN, PRI y PRD.

Con estos resultados la llamada alianza “Va por México”, estableció que definitivamente tendrá posibilidades reales de disputar al partido gobernante la presidencia de México en las elecciones del 2024.

Por supuesto aún pueden pasar muchas cosas, pero la lógica indica que los morenistas que ya gobiernan la mayoría de las entidades del país, no dejarán que su partido pierda la posibilidad de repetir la victoria por la presidencia del país.

El impacto de estos resultados donde Morena perdió Durango y Aguascalientes, levantó de alguna manera el ánimo de los militantes del PAN, PRI y PRD.

Pero el autoengaño no tiene cabida en un panorama donde hasta ahora está claro que las condiciones serán muy adversas para los opositores al movimiento morenista.

Para los ciudadanos sudcalifornianos, estos resultados del pasado domingo son un aviso de que en efecto, si las autoridades que ahora tienen la mayoría y están encuadrados en morena y sus aliados, no llenan las expectativas. No existe cabida para los errores sin que se pague alto el costo.

El elector sudcaliforniano ya ha probado con todos los colores por lo que seguramente evaluarán a través de los resultados y en base a ello inclinarán el sentido de su voto.

Por supuesto que aún falta tiempo, pero nadie puede negar que los grupos políticos que ahora gobiernan, ya se mueven con el fin de estar presentes en las listas de candidatos a los diversos puestos de elección que estarán en juego en el 2024.

Obviamente la principal tarea de la dirigencia morenista en la entidad es la de mantener al máximo la unidad interna que puede llegar al punto de ser fracturada si las decisiones no son tomadas con el consenso adecuado.

Por su parte el partido Movimiento Ciudadano, que insiste en participar en la sucesión presidencial sin alianza con ningún otro partido, aquí en la media península aún está a la espera de ver cuántos actores se decepcionan de sus actuales colores y se van para el partido naranja.

Por lo pronto para los operadores morenistas y petistas que fueron enviados desde esta entidad a Durango, Alfredo Porras y Alberto Rentería, sus cuentas ya no son tan alegres pues tendrán que cargar en sus historiales la senda de la derrota morenista en la referida entidad.

Veremos qué tal funcionan a la alianza por México estos dos grandes tanques de oxígeno que resultan las victorias electorales de Durango y Aguascalientes, entidades desde donde seguramente se buscará impulsar sus respectivas propuestas para la sucesión presidencial.

Obviamente de lo unidad que se mantenga esta alianza entre el PAN, PRI y PRD, será el futuro de estos organismos políticos que tendrán que enfrentar a un Morena, ahora más fortalecido que en la pasada elección presidencial del 2018.

Los morenistas por su parte no pueden darse el lujo de confiarse y suponer que las victorias electorales surgen en automático.

Si la tarea en la gobernanza no se cumple, pagarán el precio como ya lo hizo en su momento el PRI, el PRD y por supuesto el PAN.

La historia es clara en ese sentido.

¿No le parece así amable lector?