Este lunes se cumple un año de las elecciones donde en México se renovaron 15 gubernaturas entre ellas la de Baja California Sur, así como presidentes municipales de todos los ayuntamientos de la entidad y el Congreso del Estado, así como sus diputados federales.

La fecha coincide con las elecciones del domingo en seis estados en donde los ánimos se han caldeado en gran medida porque de los resultados oficiales que se registren en esas entidades puede quedar perfilada la sucesión presidencial del 2024.

A un año de la elección que con el voto ciudadano confió en la propuesta del gobierno morenista que ahora encabeza los esfuerzos en la media península, y que arriba al noveno mes de gestión, las formas han cambiado.

Ahora están en subasta vehículos blindados, que pocos sabían de su existencia y que utilizaban funcionarios de la pasada administración, se rentará la casa de gobierno El Caimancito a una empresa que se dedica a la hotelería, además ayer jueves, se aprobó en el Congreso estatal la despenalización del aborto.

Por supuesto que aún hay mucho por hacer, pero hasta ahora la población valora en gran medida el hecho de que esta administración que encabeza Víctor Castro retomó la política de atención directa a la población a través de las llamadas audiencias públicas.

Cómo van a repercutir políticamente los resultados de las elecciones de este fin de semana en Baja California Sur, será una de las grandes responsabilidades de los dirigentes partidistas que tendrán que evaluar de nuevo, entre otras cosas, si vale la pena mantener vigente la alianza entre el PAN, PRI y PRD para la próxima sucesión presidencial.

A un año de las elecciones aquí en la entidad y a nueve meses de la actual administración, el panorama se ve complicado para la oposición a Morena que por su parte tendrá que tener mucho cuidado y cautela de no llegar a las confrontaciones internas por candidaturas que le provoquen fisuras o fracturas que puedan beneficiar a otras fuerzas políticas como el Movimiento Ciudadano que está a la expectativa de recibir a actores políticos que busquen sus colores para obtener candidaturas.

Los morenistas más recalcitrantes tendrán que aplicar su capacidad de maleabilidad política como estrategia para evitar confrontaciones internas inútiles, aunque quizás ahí, en este aspecto, es donde tendrán su mayor prueba pues algunos suponen que ya instalados en el poder, esto ya no es necesario. Bien valdría la pena considerar que no sólo se trata de llegar al poder, sino de alcanzarlo y conservarlo lo más que se pueda.

Por ello los resultados de este fin de semana en donde estarán en juego seis gubernaturas, será un claro referente de lo que habrá que reforzar y de plano, lo que no debiera volverse aplicar en próximos procesos políticos en la media península.

En fin, a un año de las elecciones que le dieron a Morena la victoria en la gubernatura, tres de cinco alcaldías y la mayoría en las diputaciones locales y federales, veremos cómo se preparan los actores políticos para el 2024 en donde además de la presidencia de la república, estarán en juego otra vez, todas las alcaldías, las diputaciones locales y federales, además de las senadurías.

Ya veremos de qué color es la tinta con la que se pinta el próximo proceso electoral del 2024 ya desde ahora en Baja California Sur.

¿No le parece así amable lector?