La Paz, Baja California Sur. Embarcaciones de particulares cobran por viajes a la Isla Espíritu Santo, Playa Balandra y otros atractivos de la Bahía de La Paz sin pagar los respectivos permisos, por lo que diferentes prestadores regulados piden a las autoridades vigilancia y regulación en la materia ante una evidente explosión de la demanda para este tipo de actividades que activan la economía paceña.

“Ayer justo estábamos saliendo de la isla partida (Ensenada grande) a ver Orcas, ya las venían siguiendo un yate de lujo , una lancha y un dinghy (que era del yate) cuando no faltaban ni 200 metros para llegar a ellas la gente del dinghy que era del yate […] nos empiezan a gritar y hacer señas que nos alejamos, haciendo malas caras etc. ellos estaban entre las orcas y nosotros, yo no me acerqué más para no interrumpir el paso de las orcas y respetarlas […] no le pareció. Nos comenzaron a acosar tomándonos fotos atravesándonos frente a la lancha etc.  La experiencia se volvió algo rara para nosotros y los turistas, después de unas pocas fotos mejor nos fuimos, el dinghy con su yate siguieron tras las orcas para ellos solos. (Que al parecer eso era lo que querían)”, relató un prestador de servicios local.

La experiencia no es rara, diferentes embarcaciones de tamaños variables que realizan viajes no regulados que contratan por medio de redes sociales y plataformas digitales de hospedaje como Facebook, Airbnb.

Otra prestadora de servicios indicó que la publicidad de servicios turísticos privados sin regular por las autoridades ambientales y marítimas son ya un problema de regulación en la Bahía de La Paz.

“Recietemente se ve más publicidad de embarcaciones de renta y servicios turísticos sin licencia en La Paz” expresó en una publicación donde llama a evitar contratar este tipo de servicios ilegales por responsabilidad y también por la propia seguridad de los turistas.

Para que puedan operar,  relató, la embarcación debe estar importada en México y tener licencia mexicana. Ya registrado el propietario debe obtener certificados de seguridad de las autoridades portuarias. Además de la certificación de seguridad debe contratar dos seguros, uno en caso de accidente para los pasajeros y otro de daños a terceros.

Finalmente, para ir a las áreas naturales como Balandra, Espíritu Santo o para avistamiento de Tiburón Ballena se deben pagar permisos y capacitación para los prestadores de servicios. Además deben entregar reportes periódicos a las autoridades ambientales.  

Pero ahí no acaba, la Capitanía de Puerto debe revisar todo ese papeleo y otorgar una licencia de uso turístico para la embarcación que debe refrendarse cada año.

Tomando en cuenta que además, los prestadores regularizados deben pagar impuestos ante el Sistema de Acreditación Tributaria como todos los negocios mexicanos.

Indican que mientras, en promedio se pagan desde 30 mil pesos al año por los diferentes permisos. La abundancia de competencia desleal se da ante la nula regulación de la navegación de la Bahía de La Paz por las autoridades responsables.

Los prestadores de servicios turísticos entrevistados para esta noticia pidieron no dar a conocer su identidad de manera pública por temor a represalias por las autoridades que les regulan.

Hasta el momento ninguna autoridad ha informado sobre operativos para identificar el tráfico no regulado de embarcaciones sin permisos para brindar servicios turísticos en la Bahía de La Paz.