La Paz, Baja California Sur.- “Las Mujeres seguimos esperando la protección efectiva del Estado a través de la procuración e impartición de justicia, en la implementación de políticas públicas, en la participación de la agenda pública”, afirmó la diputada María Luisa Ojeda González.

A través de un pronunciamiento que presentó en la sesión pública ordinaria del Congreso del Estado, con motivo del Día Naranja que se conmemora cada día 25 del mes, la legisladora del PRD dijo que aprovecha esta oportunidad para sumarse al llamado de la prevención, atención y lucha para erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.

Agregó que las mujeres nos enfrentamos todos los días con la  violencia en todas sus modalidades.

Recalcó que el mes agosto de 2021, fue el más violento para las mujeres en este país, al registrarse 109 feminicidios.

Hizo una reseña histórica de los derechos ganados por el género femenino y sostuvo que el camino ha sido lento y sinuoso y que contrastándolo con la realidad, seguimos viviendo desigualdades arraigadas.

“Sin embargo, compañeras y compañeros, no debemos engañarnos. En el día a día apreciamos con asombro y un sorbo de realidad, que el reconocimiento, respeto y  garantía de los derechos humanos de las mujeres no ha permeado asertivamente. Normativamente podríamos establecer un debate respecto al transitar histórico de la lucha y reconocimiento de los derechos fundamentales de las mismas y encontraríamos muchos supuestos que nos hacen conciencia que seguimos cuesta arriba”, externó.

Recalcó que a la par de las desigualdades, las mujeres nos enfrentamos todos los días con la violencia en todas sus modalidades; Violencia que va desde la más infame y artera expresión, hasta la silenciosa e imperceptible acción.

Dijo que se pudiera decir que hoy en día, las mujeres tenemos todos los derechos reconocidos en el derecho internacional y nacional de los derechos humanos, pero la experiencia nos demuestra que éstos por sí solos son insuficientes para dar una respuesta adecuada a la diversidad, especificidad y complejidad de la problemática que enfrenta la mujer por las desigualdades y violencia que vive y respira, puesto que hace falta lo más importante; la voluntad de quienes son depositarios del poder público.