Familiares y amigos reprocharon a las autoridades la tardanza en la entrega de sus restos y el hermetismo en que han tratado los hechos; reiteraron el reclamo de justicia.
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La Paz, Baja California Sur.- Familiares y amigos de Itzayana Aguilar Romero, asesinada el domingo en las instalaciones de la Secretaría de Marina en Mulegé, Baja California Sur (BCS) acusaron hermetismo de parte de las autoridades responsables de la investigación y expusieron que la entrega de sus restos tardó tres días.
En las últimas horas, la agresión extrema de la que fue víctima Itzayana ha conmocionado a la Heroica Mulegé, y ciudadanos se han manifestado en las calles y en redes sociales, incluso expusieron la tardanza para la entrega de sus restos.
En un ataúd cerrado, sellado y con la instrucción de no abrirse. Así fue como el ministerio público responsable les informó a la familia que les entregarían la tarde de ayer a Itzayana.
Según narró a Diario El Independiente uno de sus primos, tendría que ser así –dijo– “por el estado en que quedó el cuerpo”.
Y es que extraoficialmente –añadió– “se habla de que recibió más de veinte disparos”.
Su familia y sus amigos están desconsolados. Durante toda la mañana y tarde de ayer esperaron para recibir sus restos. Sería hasta pasadas las 8 de la noche cuando la funeraria finalmente llegaría a la Heroica Mulegé para iniciar con la velación.
Y mientras la espera se hacía más larga, los reclamos en redes siguieron creciendo durante la noche del martes y este miércoles. Un mensaje claro para las autoridades envían desde aquel norteño municipio: ¡Justicia para Itzayana!
Colectivos feministas y asociaciones exigieron la no revictimización y que se proceda a investigar con perspectiva de género.
De lo ocurrido, poco o nada se sabe. Se especula mucho. Sus familiares y amigos continúan exigiendo que se castigue al agresor y no se siga señalando a Itzayana.
Fernando, uno de sus primos, narró que Itzayana, junto a amigos y familiares se encontraban en una reunión social la noche del sábado y se ausentó un momento para pasar a recoger a un elemento militar, quien sería su pareja; sin embargo, ya no se comunicó. En la colonia donde se ubican las instalaciones de la Secretaría de Marina se escucharon detonaciones y gritos.
Sus amigos y familia siguieron la búsqueda y fue por la mañana del domingo cuando se enteraron de la agresión en la zona naval, y posteriormente les informaron que se trataba de Itzayana.
Vecinos de las instalaciones militares han acusado que con frecuencia escuchan disparos y riñas en la zona, por lo que mostraron indignación ante la institución que calificó el caso como un “hecho aislado”.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió un comunicado anoche donde exigió a las autoridades que investiguen con perspectiva de género y tipifiquen el caso como feminicidio, además, que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas acompañe a la familia.