La Paz, Baja California Sur. Al considerar los hechos que terminaron con la vida de Ángel Yael Ignacio Rangel una inadmisible agresión, la Universidad Autónoma de Baja California Sur se sumó a las expresiones de apoyo a su igual de Guanajuato. Estos hechos se dan al tiempo que se informa de la liberación del elemento de la Guardia Nacional detenido en relación con los hechos.

El pasado miércoles, Ángel Yael Ignacio Rangel, de 19 años, Edith Alejandra Carrillo, de 22 años, así como otro estudiante del Campus Irapuato de la Universidad de Guanajuato fueron víctimas de un ataque de la Guardia Nacional. Ángel Yael murió y Edith Alejandra hospitalizada por lesiones de gravedad; ambos eran estudiantes de agronomía de la Universidad de Guanajuato.

El elemento de la Guardia Nacional que disparó contra los estudiantes se entregó a la Fiscalía de Guanajuato, aunque el fiscal Carlos Zamarripa dijo que el caso sería atraído por la Fiscalía General de la República, por tratarse de un policía federal.

Al conocer que el elemento de la Guardia Nacional quedó en libertad, el rector de la Universidad de Guanajuato, Luis Felipe Guerrero Agripino, cuestionó el hecho de que la imputación de la FGR fuera por “tentativa de homicidio”.

La UABCS emitió una esquela reprobando lo sucedido y solidarizándose con el rector guanajuatense.

“La Universidad Autónoma de Baja California Sur se solidariza con la comunidad universitaria de la Universidad de Guanajuato ante la inadmisible agresión a estudiantes en la que perdió la vida el joven Ángel Rangel. Coincidimos con su Rector, Luis Felipe Guerrero Agripino, en que debe trabajarse con más ahínco en la cultura de la legalidad y la paz que garanticen una real seguridad pública” se expresó desde los canales oficiales de la casa de estudios.

Los hechos resuenan entre la sociedad sudcaliforniana. Hace 10 años, un estudiante originario de Baja California Sur Javier Francisco Arredondo Verdugo y su compañero Jorge Antonio Mercado Alonso fueron muertos a balazos por elementos de las Fuerzas Armadas que los confundieron en hechos que a la fecha siguen impunes.

Los hechos que terminaron ahora con la vida de Ángel Yael reabren la discusión sobre la militarización de los cuerpos de seguridad en el país.