La Paz, Baja California Sur. El colectivo de movilidad urbana BCSicletos entregó los resultados anuales de su quinto estudio anual de la calidad del aire y la contaminación en el cual muestran niveles preocupantes en los contaminantes que respiramos los y las paceñas. Por primera vez en este análisis, se incorporan mediciones de la contaminación auditiva cuyo resultado muestra que la ciudad no es tan pacífica como aparenta.

En un esfuerzo por contribuir con datos y conocimientos que permitan a las personas que viven en la ciudad de La Paz construir un criterio propio acerca de lo que están respirando en una ciudad de menos de 300,000 habitantes y entendido como un paraíso, seguimos implementando nuestro monitoreo de la calidad del aire que mide la concentración de contaminantes que provienen de vehículos con motor de combustión interna (autos, motocicletas, camiones, etc.).

En esta edición del reporte, se incluyó un nuevo parámetro a nuestro análisis: el ruido. Medido en decibeles, nos dimos cuenta de que los niveles de ruido se sobrepasan hasta 4 veces a lo plasmado en acuerdos internacionales, y son justamente los vehículos motorizados la fuente de este ruido en vialidades que sin ellos presentan niveles muy bajos.

“Nos llevamos una sorpresa bastante desagradable. Estamos cuatro veces arriba de las normas internacionales en decibelios de ruido. Una persona que va en la calle caminando, en silla de ruedas, en bicicleta, etcétera, está recibiendo una contaminación auditiva constante cuatro veces mayor que las normas permitidas. Son 90 decibeles y estamos cuatro veces arriba. Nuestra ciudad es ruidosa y esta contaminación, al igual que la del aire, es un problema de salud pública que no se ve", advirtió Carlos Mancilla Jonguitud, director de BCSicletos.

Además, informó que 6 de 9 contaminantes, medidos estuvieron por encima de los límites permisibles por dichas normas.

El monóxido de carbono, generado por la quema de combustibles fósiles -como diesel y gasolinas-, tuvo una concentración 15% mayor a lo establecido por las regulaciones nacionales e internacionales.

El dióxido de nitrógeno superó hasta tres veces los límites permitidos.

Otro hallazgo alarmante dijo es que el dióxido de carbono llega hasta seis veces más de lo establecido en acuerdos internacionales.

Mancilla Jonguitud invitó a toda comunidad de la ciudad de La Paz a repensar su papel individual dentro de este gran sistema para buscar vivir en una ciudad que no nos esté matando mientras respiramos, y que decantarse por utilizar la bicicleta como medio de transporte por decisión no es la única manera de contribuir a combatir la crisis climática, pero sí es una gran oportunidad de entender las dinámicas de la ciudad desde una perspectiva diferente  que entonces puede provocar el deseo de involucrarse en la organización ciudadana para exigir mejores políticas públicas que respondan a esta emergencia climática.