• El dictamen del INAH fue que el artista sólo incurrió en el uso indebido de imágenes promocionales de objetos patrimoniales
El Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) no interpondrá ninguna demanda legal ni
administrativa contra Pepx Romero por el performance “Mexique, 2022”, en el que
besó y lamió 30 piezas arqueológicas expuestas en el Museo Nacional de
Antropología (MNA), pues la acción no generó ningún daño físico al patrimonio o
alguna falta jurídica que merezca una acción legal.
Así lo aseguró Diego Prieto,
director del INAH, y Antonio Saborit, director del MNA, luego de revisar los
videos de las cámaras de seguridad del recinto y constatar que el artista
ingresó al museo acompañado por tres personas el 31 de marzo pasado a las 12:28
horas. Durante una hora, el grupo de jóvenes recorrió cinco salas y grabaron la
acción de tocar con los labios en al menos una treintena de objetos.
“No hubo daño a ningún bien del
patrimonio arqueológico por lo que no nos encontramos en el supuesto de daño a
patrimonio arqueológico, no hay materia constitutiva de delito, sí hay una
conducta impropia que no estamos alentando de ninguna manera”, apuntó Prieto en
un encuentro con medios de comunicación luego de que se difundió en redes
sociales un video que registra el performance expuesto también en el Festival
Ceremonia 2022.
La única falta cometida por el
artista, de acuerdo con las autoridades, es la difusión de imágenes de
patrimonio arqueológico sin autorización ni pago oportuno del derecho de uso de
las mismas. Por lo que la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos ya envió a
Romero un citatorio para exhortarlo a cubrir los derechos de uso de las
imágenes.
Sobre la vulnerabilidad de la
colección arqueológica resguardada en el MNA, Antonio Saborit detalló que en el
recinto laboran 111 personas en el área de seguridad, de estas cuatro son custodios
contratados por el INAH y el resto son elementos de seguridad de la ciudad.
Del total de personal de
vigilancia, 65 elementos están encargados de custodiar todo el museo junto con
más de 250 cámaras conectadas a un centro de monitoreo, explicó Saborit. “En la
sala de Arqueología están expuestos ocho mil objetos, en la Mexica hay
expuestos mil 500; es muy difícil el cerco uno a uno, y desde el área de
monitoreo hay un par de personas que se van turnando en el monitoreo de las
pantallas”, acotó.
En los videos de las cámaras de
vigilancia se puede observar que “el grupo de cuatro personas estaba
perfectamente organizado, caminaban en torno a la persona de saco amarillo
quien elegía la pieza y miraba a los lados para que le dijeran sus socios si
podía proceder o no, y se quitaba el cubrebocas y se inclinaba y tocaba con los
labios la pieza, es menos de un segundo. Lo que vimos en redes sociales es un
material ralentizado, sonorizado y da la impresión que quiere dar, de que fue
mucho tiempo”, añadió el director.
Saborit precisó que en 2021 se
destinó para el rubro de seguridad cerca de 34 millones de pesos en el museo.
En tanto que en el INAH para los servicios de vigilancia anualmente se destinan
180 millones de pesos, y para el aseguramiento de los bienes patrimoniales y su
protección se asignan 300 millones de pesos, lo que suma cerca de 500 millones
de pesos en vigilancia y protección.
Finalmente Saborit reconoció que
es recurrente la curiosidad del visitante por tocar las piezas expuestos y
resulta difícil impedirlo en todos los casos. “Lo que daña no es un tocamiento
sino la suma de la acción”, apuntó.