La Paz, Baja California Sur. Un contingente de estudiantes de la Secundaria Técnica número 20, acompañados de sus familiares, se reunión en el quiosco del malecón de La Paz y marchó hasta el la sede del Gobierno del Estado exigiendo de nueva cuenta acciones contra el acoso sexual por parte del personal de su escuela.

En el lugar Blanca Albañez, madre de la niña que denunció ante las autoridades el acoso sexual que vivió hace dos años, reiteró que las autoridades no admitieron su denuncia y la Secretaría de Educación Pública hace caso omiso de los reportes de conductas inapropiadas en el ambiente escolar.

La señora Blanca insistió en que su denuncia es legítima. Y aseguró que ni el gobernador, ni las autoridades educativas, ni siquiera la dirección de la escuela donde trabaja su hija se han comunicado con ella para hacerle saber sobre el tema.

“Hago un llamado al gobernador que por favor nos atienda, que nos escuche, porque él dijo que se ocupan pruebas, las pruebas las hay, pero queremos que nos escuchen.  Nos estamos hablando nomás por hablar, nomás por hacerlo. Nosotras somos argüenderas. Estamos luchando por mi hija. Tengo dos años batallando con mi hija por culpa de un asqueroso. A mí nadie me ha apoyado. He tenido que llevarla al psicólogo, nadie ve lo que el daño que le hace. Solo queremos que se solucione esto. No estamos haciendo destrozos, ustedes se dan cuenta nada más estamos exigiendo justicia”.

Esto en el contexto de declaraciones del domingo pasado en las que el propio Gobernador del Estado, Víctor Manuel Castro Cosío, comparó la manifestación estudiantil de la Secundaria 20 que estalló el pasado 7 de abril, con el vandalismo que llevó la destrucción de la fachada del Palacio de Gobierno ocurrida durante las manifestaciones del Día Internacional de las Mujeres (Diario El Independiente, 11 de abril 2022).

La madre de la menor agraviada, recordó al gobernador del estado que la denuncia por la conducta inapropiada fue presentada en su momento, hace dos años, ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, que desechó las acusaciones por falta de fundamentos. También que la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPBCS) no ha tomado acción alguna sobre el tema.

“Hace dos años, él acosó a la niña, y fueron cinco niñas las que acosó en un ratito, es una asquerosidad lo que él hace y nadie me ha querido escuchar, de todos lados me batearon, que el acoso no es delito, como podemos permitirlo. Quiero que me explique a mí qué es ‘comerse un pollo grande y gordo’ como les dijo las niñas, quiero que me lo explique él. Que él me los diga de frente a mí. Allá en la judicial me dijeron que era un regaño. ¿Cómo va a ser un regaño eso? Es ilógico” expresó recordando el relato que la víctima ofreció a las autoridades y que, además de posible abuso verbal, incluye una relación de contacto físico inapropiado por parte del citado prefecto quien aún continúa en funciones en el mismo puesto de trabajo.

La madre de la víctima recordó que hubo además contacto físico inapropiado por parte del prefecto de nombre “Igor” quien dijo, es protegido por las autoridades educativas.

“Él tiene mucho poder ahí, supuestamente, su papá tiene un poder alto ahí, no sé qué cargo tiene ahí, su papá trabaja ahí en la SEP […] lo están encubriendo, no me creyeron, los maestros saben que sí lo hacen, su esposa también lo hace, supe de maestras que terminaron amistades con ella porque sabían la clase de marido que tenía. Cómo es posible que no pase nada desde hace dos años que hay denuncias. Porque tiene dinero, porque tiene para pagar cuatro licenciados”, añadió.

Ni una sola autoridad estatal, ni del Congreso del Estado a donde llevaron el reclamo atención a los jóvenes estudiantes, sus familiares que acompañaban a la víctima y su madre.