La renuncia del secretario general del Ayuntamiento de La Paz, Alejandro Mota Trasviña, refleja una vez más la falta de unidad y de liderazgo que presenta la alcaldesa Milena Quiroga quien sigue obcecada en hacer su trabajo cargada de ocurrencias y por supuesto de errores, muchos errores.

En este espacio henos señalado la evidente labor negligente del parea de comunicación social que por supuesto ya merece que se le hagan ajustes, que incluya el cambio de su titular.

Sin embargo, Milena Quiroga insiste en hacer su labor sin escuchar prácticamente a nadie.

Obviamente se espera que se realicen más cambios en una administración que apenas hace seis meses que inició y que para muchos lleva un rumbo fallido.

Por desgracia para los paceños, la administración municipal, no solo ha cometido pifias tras pifias sino que inclusive en lo político parece estar ahora más distante de los ciudadanos.

Errores en el manejo de la nueva ley de tránsito y vialidad y un pésimo manejo en la intención de incrementar el costo de las multas por violaciones a ese reglamento son parte de las inadecuadas decisiones de la presidenta municipal paceña.

Está claro que la misma alcaldesa pone cada día más lejos la posibilidad de ser una propuesta competitiva para el proceso electoral del 2024 en donde por todos es conocido que la alcaldesa pretende ser candidata a la senaduría.

Pero para su propio grupo político está ahora más claro que será difícil impulsar su propuesta como abanderada al Senado de la República, pues con tantas equivocaciones va a terminar por ser una de la administraciones con más complicaciones.

Para complementar esta serie de malas decisiones, trascendió que el ayuntamiento de La Paz que observa Milena Quiroga es uno de los menos trasparentes en cuanto a la administración pública.

Así que la renuncia del secretario general quien ya fue sustituido por el exregidor y hasta ahora director de Pavel Castro Ríos, es una clara señal de que la descomposición de la administración municipal, ya no se pudo disimular.

Rebasada totalmente por la problemática de esta capital su alcaldesa Milena Quiroga se observa más desconcertada, más sola.

Efectivamente, políticamente cada vez más sola y con una negligencia administrativa evidenciada todos los días, pone a reflexionar a los paceños que ahora ya se encuentran en el campo de la decepción.

Sorpresiva decepción que choca con las expectativas generadas en campaña que ahora se ven muy lejanas.

Mientras esto sucede en La Paz, en el municipio de Los Cabos, las cosas se mueven prácticamente en sentido contrario, es decir, se consiguen logros todos los días.

Este jueves el alcalde cabeño Oscar Leggs recibió todo el apoyo de los diputados que aprobaron el dictamen para ampliar la planta desaladora que funciona en la comunidad de Cabo San Lucas, mientras los paceños no encuentra motivos para hablar bien de su alcaldesa.

Tendrá que haber un drástico golpe de timón en La Paz antes de que se demasiado tarde y todos los paceños paguemos con creces la evidente negligencia de Milena Quiroga que aún insiste en aferrarse a decir que tiene toda la razón.

Por lo pronto la obcecada Milena Quiroga que está a punto de recibir más renuncias de funcionarios se le ve cada día políticamente más sola, menos acuerpada.

¿No le parece así amable lector?