San José del Cabo, Baja California Sur. En el municipio de Los Cabos, en una casita ubicada en la colonia Mauricio Castro, se encuentran María Moreno y Marcela Alejandra Medina, encargadas de coordinar la Red de Autismo A.C una organización sin fines de Lucro que brinda atención a niños dentro del Espectro Autista (TEA) y Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) de todo Los Cabos y algunos casos del resto de los municipios de Baja California Sur (BCS).

Aunque actualmente la Red es apoyada por Los Cabos Children's Foundation A.C. y cuentan con una mayor estabilidad y apoyo, la organización fue fundada hace más de 10 años por dos madres, Lemoña Aretos y Francis Doring, cuyos hijos fueron diagnosticados desde temprana edad con autismo, sin embargo no encontraron algún centro en donde pudiera recibir un tratamiento integral para ayudarles a desarrollar sus habilidades.

Desde el 2008 a la fecha se han implementado cada vez más disciplinas para poder atender a los niños diagnosticados, "aparte de que no hay mucha gente especializada, también es muy costosa tratarla, así nació la iniciativa, por los familias que no tienen el recurso para que sus hijos acceda a una intervención de dicha magnitud... Actualmente contamos con 80 usuarios y tenemos en lista de espera a diez niños más y cada día siguen llegando" dijo en entrevista con Diario El Independiente.

Recalcaron también que con la pandemia y el confinamiento los padres empezaron a prestar más atención a sus hijos y aunque no se cuenta con estadísticas oficiales, se estima que los casos detectados han aumentado, sólo en los que va del 2022 se han recibido más de 20 solicitudes. 

Según lo explicó Alejandra Medina especialista en Comunicación Humana, el TEA se manifiesta en los tres primeros años de vida y pueden apreciarse las características antes de los 12 meses cuando éstas son severas, debido a que no presenta los hitos esperados del desarrollo en el área de socialización y lenguaje; y después de los 24 meses cuando las características son más sutiles, principalmente se puede percibir el deterioro en la comunicación verbal y no verbal y los patrones restrictivos de conducta.

Otras conductas que pueden dar señales de alarma son: evitar el contacto visual; no responder a su nombre; no entender los sentimientos de otras personas; retraso en el lenguaje; repetir palabras o frases una y otra vez; molestias por cambios menores; intereses obsesivos en algún tema o situación y reacciones poco usuales con ruidos y olores que interrumpan su entorno.

Hoy en día el centro de terapias cuenta con todo un grupo multidisciplinario con especialidades en neuropediatría, terapia de lenguaje, paidopsiquiatría entre otros.

El trastorno del espectro autista (TEA) es un desorden en el desarrollo, en el cual, implica una combinación de excesos y déficits presentes en la vida del niño que afectan el funcionamiento personal, social, académico u ocupacional. En los últimos años han incrementado la detección de este trastorno en el neurodesarrollo siendo en el 2012 identificado 1 de cada 68 niños, teniendo mayor prevalencia en varones.

Las coordinadoras invitan a los padres y madres a acudir si sus hijos ya están diagnosticados o si notan conductas alarmantes acudir con un especialista que les pueda orientar para que sean diagnosticados y reciban el tratamiento adecuado.