Luego de la marcha multitudinaria, a través de publicaciones en las redes sociales de la Asamblea Feminista de Baja California Sur se procedió a divulgar las identidades decenas de violentadores. Los actos van desde acoso hasta el feminicidio.
La Paz, Baja California Sur. Por medio del tendedero del acoso promovido por la Asamblea Feminista de Baja California Sur (BCS), las denuncias anónimas de víctimas de diversos abusos y formas de violencia hacia las mujeres son divulgadas con testimonios de acoso, violencia laboral, extorsión y, también, violencia feminicida.
Las denuncias están acompañadas en muchos casos con las identidades y las cuentas en redes sociales de los perpetradores. La mayoría, viene acompañada de un relato de los hechos narrado en primera persona.
Por ejemplo en una denuncia se habla de un trabajador de la empresa naviera Baja Ferries.
A la denuncia inicial se suman comentarios de mujeres en redes sociales de apoyo, y en algunos casos de mujeres que dicen haber sufrido malos tratos y violencias similares.
“No aguantaba la presión que oprimía hacia mí, me daba asco la forma en que me miraba y las cosas que me decía. Nunca pude hablar con Recursos Humanos por miedo. El señor que me acosaba era mi jefe, es de origen italiano”, publicaron sobre el trabajador de dicha empresa.
A cada historia publicada, se suman otras cuentas que secundan las denuncias. Se unen y afirman haber vivido atropellos similares por parte de hombres y empresas.
Las denuncias son generalmente a personas con nombres y apellidos, en algunos casos mencionan a trabajadores del servicio público.
En una denuncia hablan, por ejemplo, hay tres testimonios contra un maestro de la secundaria #34 de Los Cabos.
“Me acosó el año que estuve con él, era testigo de cómo acosaba a mis compañeras. Esta persona no merece estar en contacto con menores de edad”, expone una.
“Sus solicitudes de amistad son tan insistentes como sus mensajes. Son de los tipos que te mandan 20 hola por día, yo también iba en la secundaria y siempre escuchaba rumores de cómo era con las alumnas”, expresó otra.
Muchos de estas denuncias son por que, por su naturaleza son difíciles de convertir en una denuncia penal, aunque las propias víctimas así lo quisieran:
“Era mi amigo, nos llevamos muy bien yo confiaba en él, hasta que un día salimos a tomar unas cervezas y él se aprovechó de que estaba borracha, yo no recuerdo nada de lo qué pasó solo que de repente estaba encima de mí, en mi cuarto, y yo lo corrí. Días después se quiso excusar de todo lo que hizo, sabiendo que yo estaba completamente ebria sin saber que pasaba. Yo aún no sé cómo proceder legalmente a esto qué pasó”.