En Baja California Sur, la mayoría de las personas se dicen solteros o concluyeron una relación.
La Paz, Baja California Sur. La anarquía relacional que es una en contra de la práctica de formar relaciones que no estén sometidas las categorías dictadas por la sociedad, es algo cada vez más común en México y Baja California Sur (BCS). En una carga simbólica como la del 14 de febrero, entrevistamos a dos personas que deciden no definirse por la vida en pareja.
“Hace poco leí un estudio donde se dice que las personas que viven solas son personas mucho más sociables, porque tienen mayor cantidad de vínculos, independientemente que tengan vínculos o no con ellas”, expresó a Diario El Independiente Andrea estudiante de posgrado que vive en la capital del estado.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, el 30.4 % de la población está casada, y el 24.6 % está en unión libre, pero el 33.5 % se define como soltera mientras que el 11.5% vive divorciada, separada o viuda.
Es decir, el casi la mitad de la población sudcaliforniana, el 45 % de las personas vive su vida en soledad.
“Cada vez hay más personas que buscan la realización personal enfocadas en metas laborales, o de impacto en la realidad que les interesa, no solo el carro, la casa, el dinero… sino que tengan un impacto en la vida que quiero tener, dejando de lado la noción de formar familia por ser un obstáculo en esas expectativas” aseveró quien dijo “militar” en la soltería por decisión desde hace 10 años.
La académica en ciernes afirmó que lejos de la época en donde era sumamente apreciada la pareja sólida, donde a través de los años se consolida el establecimiento de los hijos, la constitución de una familia, no solo nuclear, sino extensa.
Y aunque parezca una decisión egoísta, como lo planteó al inicio muchas de estas soltero, por decisión acarrea otros desafíos.
Como mujer, nuestra entrevistada entrada ya en la tercera década de vida admitió percibir una lógica carga de estereotipos. “Se espera de una que atienda a los padres enfermos, cuide a los sobrinos, ayude en muchas otras tareas de mi familia extendida, mientras se me critica por estarme ‘quedando’, y se lamentan de lo que dirán otros porque decidí vivir sola”, plantea.
El caso es similar para Manuel, ya en su cuarta década de vida y sin pareja afirmó que no se siente a disgusto viviendo solo, pero la decisión también tiene un costo ‘social’ para los varones.
El joven dedicado a la industria de la publicidad afirma que muchas de sus amistades ya no le incluyen en planes por carecer de una esposa e hijos, lo que le ha llevado a cambiar de círculos sociales a pesar de no quererlo.
Además, la idea de que un hombre haga todos los quehaceres del hogar además de cargar con una vida productiva es visto como algo positivo, pero le hace ver la gran carga laboral que se deposita en las amas del hogar y que es él quien tiene que llevarla a cabo.
“Nunca me ha llamado la atención eso de tener pareja, a veces lo pienso, me dan ganas, lo he intentado y la verdad, no gracias”.
Aunque lo intentó “recientemente”, nuestro entrevistado ha sostenido relaciones esporádicas con una mujer desde hace 15 años.
“Todos los días de mi vida, en todas las reuniones familiares con cada círculo social es el ‘tú para cuando’ es como si te tuvieras que casar y te hacen a un lado si no estás en ese círculo, como que eres el raro”.
A las personas que sienten que lo de tener pareja no es lo suyo, los solteros recomiendan intentar disfrutar estar en soledad y evitar las convenciones por un rato.
“No sucumban a la presión social, al final de cuentas es tu vida y mientras no le hagas daño a nadie tú puedes hacer con tu vida lo que quieras, a la gente que te quiere no le debe de importar. Y a la gente, decirles: que no metan presión, no todos somos tradicionales como ustedes, aun así no somos bichos raros”.