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Hoy es sábado, 7 de septiembre de 2024

Piden anticipo y se desaparecen; así trabajan coyotes de la Marina en CSL

Los vendedores con papeles en regla deben portar el permiso que la API les proporciona, uno por cada barco y vendedor.

Piden anticipo y se desaparecen; así trabajan coyotes de la Marina en CSL



San José del Cabo, Baja California Sur. Siendo turista o local, es común que cuando uno pasea por la Marina de Cabo San Lucas, prestadores de servicios que ofrecen desde paseo en barco por El Arco, visita a las ballenas, lobos marinos, snorkel, renta de razers, paseos en camellos, entre otras actividades, se acerquen para intentar convencer de contratarlos. 


A cada paso, se van acercando y hasta peleando entre ellos para ir mejorando los precios, se estima que hay poco menos de 80 vendedores. Sin embargo, no todos trabajan de forma regular, pues no solo no cuentan con licencia o permiso para ofrecer algún servicio, sino que, estafan a quienes caen en sus engaños, los conocen como "coyotes". 


El papá de Miriam Fiol, quien trabaja desde hace más de 10 años como vendedora de actividades turísticas, es dueño de "Dany Boy" un barco que se renta para este tipo de paseos, lo cual le ha permitido a ella observar todo tipo de situaciones que se presentan en esta parte de Cabo San Lucas; sin embargo, fue hace un año que se dedicó de lleno la venta en la zona de la dársena, en donde observó la presencia de los coyotes. 


Según lo describió Míriam, en ocasiones se acercan a los visitantes a ofrecer actividades, se les dice que en unos minutos saldrán del puerto por lo que pueden volver al cabo de unos minutos, pero no sin antes dejar su depósito o apartado; cuando el comprador regresa, el coyote se ha ido con su dinero. 


"Si te das cuenta el muelle no puede tener tantos barcos, los que estamos aquí estamos en el muelle E, la mayoría son coyotes, no tienen permisos", dijo. Contó que en una ocasión apoyó a unos turistas, ya que un coyote los había estafado, bajo el efecto de las drogas, "mi papá llegó, le habló al comandante, llegaron todas las patrullas y a él no le quedó de otra más que salir corriendo, estaba supermal, hasta se le veía una pastilla"


 Explicó que primeramente se debe tramitar un permiso para el barco con la Administración Portuaria Integral (API), cada barco tiene su propio vendedor. Estas actividades, recalcó Míriam, no solo afectan a quienes sí trabajan con papeles en regla, sino que dejan un mal aspecto y mal sabor de boca a las víctimas.