San José del Cabo, Baja California Sur.  Durante los primeros días del mes de febrero, a través de sus redes sociales, la diputada Gabriela Montoya y el presidente municipal de Los Cabos Óscar Leggs Castro, dieron a conocer que sus cuentas de WhatsApp habían sido hackeadas y quien tomó el mando de sus contactos, solicitaba dinero en nombre de cada uno de los afectados. 

Sin embargo, ya anteriormente se había dado a conocer de este nuevo modus operandi en el que se estafaba a la gente, aunque no había ninguna denuncia formal. En ese sentido, el subprocurador Regional Zona Sur, Antonio López Rodríguez, dio a conocer en entrevista con medios locales que se dio la primera denuncia para abrir este tipo de investigaciones. 

"A partir de la información que publicaron los medios, no teníamos denuncias de hackeo digital, de WhatsApp, pero luego de lo que se dio a conocer en redes sociales, recibimos la primera para hacer ese tipo de investigación, tenemos la carpeta estamos investigando", dijo. 

Refirió que luego de un análisis en todas las carpetas de investigación que hay en el departamento, se percataron de que había al menos 24 denuncias por engaños parecidos a este caso; 11 en San José del Cabo y 13 más en Cabo San Lucas, esto, en los últimos seis meses.

 Explicó que de estas carpetas anteriores, se deduce que en su mayoría las personas que realizaron los hackeos no se encontraban en Los Cabos, pues a través de colaboraciones con la Comisión Nacional Bancaria y autoridades de otros estados, se ha logrado localizar la dirección IP que efectivamente se encontraban en entidades lejanas. 

En ese sentido señaló que "Logramos ubicar a la persona de la cuenta y nos dicen que una persona les pidió que prestara la cuenta para que se les depositara un dinero y les daban una parte, pero ya no nos pueden aportar más datos, a veces nos dan las investigaciones a Centros Penitenciarios que reciben las llamadas". 

También, añadió López que se han recibido reportes de fraudes por Facebook, por ventas que no son bien ejecutadas o por personas que dicen ser empresarios del destino y piden recurso para invertir en mercancía, pero luego desaparecen.