Sigilosa corrupción
Hace años, y desde las esferas oficiales, alguien tuvo la genial idea de iniciar un infame y abusivo, pero lucrativo negocio, en donde, de inmediato y como abejas a la miel, cayeron miles de incautos e incautas. Todos y todas de la burocracia estatal.
En ese entonces, con esa operación perversa, la impunidad y corrupción, aunque sigilosas, alcanzaron a rasgar los cielos sudcalifornianos. Simplemente porque con esas malévolas intenciones provocaron no solo una terrible desestabilización económica a la clase trabajadora del sector oficial, sino su vertiginosa caída hacia el abismo.
Fue entonces cuando las puertas infernales de financieras, prestamistas, y demás especuladores del dinero a plazos, con altos y lucrosos intereses enancharon sus puertas para dar paso y licencia a Satanás, a fin de que practicara la usura y el agiotaje.
Nadie jamás ha sabido cómo fueron las transacciones, ni quién fue el personaje a quien se le ocurrió la tan genial idea, ni mucho menos cuánto dinero obtuvo por permitir que a los burócratas les hicieran descuentos en nómina para que ese recurso se destinara a los prestamistas.
Lo cierto es que, muy en lo obscurito se autorizó.
Incluso pasándose por el arco del triunfo las leyes.
En efecto, porque el artículo 110 de la Ley Federal del Trabajo es muy claro donde dice que “los descuentos en los salarios de los trabajadores están prohibidos”.
Y con certeza, la misma ley especifica los casos y los requisitos en los cuales si son permisibles los descuentos, como son de vivienda, fondo de ahorro, pensiones alimenticias, cuotas sindicales, Etc., Pero en ningún apartado dice que el descuento podrá ser destinado para empresas financieras.
Y el pesado silencio de las y los diputados una vez más se hizo presente.
Porque a pesar de lo que estaba ocurriendo, las diputadas y los diputados optaron por seguir cómodamente sentados en sus curules de la guasa, de la dieta, de la vacilada, de la buena paga, del aguinaldo y el importamadrismo.
Nadie de ellos y ellas levantó un dedo para señalar, censurar, criticar, o al menos opinar sobre lo que estaba sucediendo.
Ni lo hicieron posteriormente para frenar un poco los abusos que empezaron a cometer aquellos otros prestamistas, empresas financieras, casas de empeño, Etc... Todos insertos en una muy larga lista de ventajistas usureros, cuando de la nada y como moscas al putrefacto cadáver empezaron a surgir.
Tampoco pensaron en lo prudente que sería establecer una Ley que tipifique el Delito Contra el Patrimonio Familiar.
Mucho menos que hayan insistido sobre la necesidad de una Ley para Proteger a Víctimas de la Usura o en su caso una ley para constituir lo que sería el Fondo de Protección a las Víctimas de la Usura.
Muy a pesar de que las y los diputados sabían que estas personas o empresas, estaban abusando reiteradamente de la gente, aprovechándose de la necesidad de muchos.
Sin embargo, cabe decir que quizás, cuando recién cayeron en el garlito, no fue la necesidad o insuficiencia de recursos, como tampoco el hambre lo que obligó a la clase burocrática a caer en este inmoral juego, sino más bien podría haber sido la voracidad y las ansias de tener dinero fácil, lo que sin embargo, a la vuelta del tiempo se arrepentirían, tal y como ahora lo confiesan.
¿Por qué? Porque posteriormente su trabajo consistiría en destapar un hoyo para tapar otro. Y así sucesivamente hasta la fecha.
Y es que la usura, de la mano del agiotaje, está causando terribles estragos en muchas familias sudcalifornianas, y ya no solamente en la gran mayoría de los trabajadores y las trabajadoras del sector público, quienes, como ya dije, fueron presa fácil de los que se dedican a la labor de prestamistas.
A esta nociva práctica donde se mueven millones de pesos y donde existen miles de personas que resultan beneficiadas, cuando sabemos que es incalculable la cantidad de dinero que circula mediante operaciones marginales que además están causando grave perjuicio al erario público, al frenar la generación de la riqueza en nuestro país. Porque simplemente en la mayoría de las ocasiones estos hechos que son considerados flagrantes delitos, no son reportados ante la autoridad.
Perniciosa práctica donde el agiotaje y la usura comulgan con el Diablo al soslayar sentencias Bíblicas como aquella: "Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura". O bien: "Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero, a usura, ni tus víveres a ganancia".
Digamos que más bien actúan como vampiros, o garrapatas que desangran inocentes y quienes de frente a los textos sagrados merecen no solo la excomunión sino la condenación eterna.
Pero en síntesis, aquí diré lo positivo y lo supuestamente negativo:
Lo positivo, que a partir de ya, Víctor Castro Cosió, en su calidad de gobernador del estado, y en un intento de acabar de tajo con estos subterfugios movimientos, ordenó la cancelación de los descuentos vía nomina que se hacían en favor de las empresas financieras.
Lo supuestamente negativo, es que muchos burócratas se han quejado por esta medida.
Sin embargo, en estos años de tristeza, de soledad y muerte, donde no solo hacen su agosto usureros, sino también vendedores de oxígeno, farmacéuticos, y hasta funerarias, más vale poner el dedo en la llaga.
Cuestión de tiempo.