Después de recibir una amenaza, Eric (Raúl Briones) decide alejarse del periodismo. Sin embargo, la invitación para investigar acerca de un pueblo despojado de sus tierras lo lleva a reencontrarse con su vocación y sus fantasmas interiores.

A partir de una anécdota real, el realizador David Torres filmó ‘El Hombre búfalo’, un falso documental que busca rendir homenaje a los reporteros que se juegan la vida a través de su oficio. 

¿Qué te lleva a filmar El Hombre Búfalo?

Comencé a hacer la película al principio del sexenio de Enrique Peña Nieto. A un amigo lo metieron a la cárcel por tomar fotos el día de su toma de posesión. Conforme pasó el tiempo junté varias historias de periodistas desaparecidos y muertos.

La película está basada en hechos reales y más que plantear cómo se resuelve un caso, cuenta cómo se llega a un contexto como el que hoy todavía vivimos.

Armar la película fue complicado. Al principio tenía de diez hojas con cosas personales y que me contaron. Conforme filmé la primera página me desplacé hacia otras historias por eso me tardé tanto en terminarla. Fue un Frankenstein que me tomó cinco años terminar entre otras cosas porque no tuve apoyos.

¿El personaje de Eric nació a partir del caso que conociste?

Lo construí a partir del caso de alguien a quien no mataron, pero sí estuvo en la cárcel.

La película tiene guiños surrealistas, ¿qué tanto se debe a que la realidad de pronto no alcanza para explicar lo que sucede en México?

Es un recurso que más allá de quitarle verosimilitud a la película, se lo aporta. A veces algunas situaciones pueden parecer raras, pero hemos visto que sí suceden. Esos guiños me permitieron, además, hacer una metáfora de la realidad. Toda irrealidad es reflejo del desencanto que vivimos. Básicamente hacer un falso documental me permitió incluir una parte fantástica que está inspirada en un texto de Julio Cortázar sobre Teseo y el Minotauro.

En lo que va del año han asesinado a cinco periodistas en México. ¿Cómo crees que encaja tu película ahora?

La película no ha perdido vigencia. Yo tenía la esperanza de que solo reflejara una época pasada. A pesar de que la desaparición de periodistas es cosa de todas las semanas parece que hay temas más importantes. El periodismo es lo que media entre el poder político y la gente común, como yo, fue por eso que empecé película. Quería hacer un homenaje a todas esas personas que se juegan la vida mientras uno está en casa tomando un café escuchando el radio.