En el lugar donde el ex mandatario Felipe Calderón prometió construir la refinería Bicentenario y sólo se levantó una barda, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se busca edificar un hospital del IMSS para atender a la población de Hidalgo.

Al recordar que durante el calderonismo se prometió la construcción de una refinería en Tula y sólo se compró el terreno y se levantó una barda perimetral, el mandatario anunció que se trabaja para garantizar la salud de los hidalguenses con un nosocomio.

“La refinería esta frustrada de Tula, no se construyó porque no era ésa la idea y se compró el terreno, se hizo creo que la barda, sí se ejerció un presupuesto.

“Entonces ahora estamos estableciendo comunicación con el gobierno de Hidalgo, porque queremos que allí esté un gran hospital para la atención de toda la región”, mencionó.

Cabe destacar que en el sexenio de Calderón Hinojosa, en 2008, el gobierno de Hidalgo adquirió una deuda por mil 500 millones de pesos a pagar en 20 años, para los terrenos donde estaría la Refinería Bicentenario con la que se prometieron más de 25 mil empleos.

López Obrador adelantó que incluso el director del IMSS, Zoé Robledo, ya visitó el terreno para poder construir este hospital del IMSS-Bienestar con el que se atenderá a derechohabientes y no derechohabientes.

Anunció además que ya se trabaja en echar a andar la coquizadora que el gobierno de Enrique Peña Nieto dejó inconclusa tras actos de corrupción en ésta.

“Ahora en Tula se está reiniciando una coquizadora con una inversión de 2 mil 500 millones de dólares que se había quedado inconclusa, la comenzaron en el sexenio pasado (…), como hubo corrupción y tuvo que ver con Odebrecht se detuvo y hasta ahora se está resolviendo y ya se está trabajando”, mencionó.

Dijo que con esta obra se podrá contar con cerca de 30 mil barriles de gasolinas adicionales y ayudará a que no haya tanto combustóleo, así como a reducir la contaminación en Tula y en la región.

El presidente también destacó la compra por 600 millones de dólares de la refinería de Deer Park, en Houston Texas, en Estados Unidos, como parte del plan de rehabilitación de refinerías para que México produzca sus propias gasolinas sin comprar en el extranjero.

“Ya no vamos a comprar las gasolinas. Esto nos va a ayudar mucho porque nos ahorramos flete, entre otras cosas, tiene que ver con nuestra independencia, soberanía, el que no nos falten los combustibles y el mantener sin aumento el precio de éstos, que no haya gasolinazos”, dijo.