Pichilingue se encuentra en la zona de influencia de Áreas Naturales Protegidas por lo que su crecimiento debe ser evaluado con mayor precisión, plantea un grupo de científicos.
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Aquamayan entregó MIA incompleta para muelle de cruceros de Pichilingue: Científicos
Rodrigo Rebolledo
La Paz, Baja California Sur. De acuerdo con científicos locales, el proyecto que busca desarrollar un muelle de megacruceros en Baja California Sur (BCS), usa conceptos ambiguos, no ofreció la mejor información disponible, fragmenta los impactos verdaderos del proyecto, y cae en una serie de imprecisiones sobre su verdadera su afectación socio ambiental, por lo que, en el marco de la consulta pública celebrada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El colectivo hizo llegar un documento firmado por los investigadores Jorge Arturo del Ángel Rodríguez, Laura Carreón Palau, Jannette Murillo Jiménez y María Concepción Lora-Vilchis con una serie de observaciones hacia efectos no contemplados en el proyecto de la ampliación y el arribo de megacruceros en el Puerto de Pichilingue.
Los científicos declaran en dicha opinión que la zona del proyecto se encuentra dentro del polígono de influencia de la Área Natural Protegida (ANP) de Balandra, por lo que concierne prohibiciones establecidas en el Programa de Manejo que claramente disuade de: “la remoción, relleno trasplante, poda o cualquier actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar, del ecosistema y su zona de influencia”.
Además la Manifestación de Impacto Ambiental de la empresa que busca desarrollar un servicios, amenidades y provisiones, así como el dragado del fondo marino para permitir la llegada de dos megacruceros de más con capacidad para más de seis mil turistas no especifica el efecto de la planta desoladora que se pretende construir para abastecer agua dulce al complejo turístico.
“Lo anterior impide conocer el impacto que tendría la desaladora sobre el Sitio Ramsar “El Mogote y Ensenada de la Paz” que es una zona muy somera y que en el caso de que el vertimiento de residuos ocurriese en sus cercanías, podría aumentar la salinidad en el Sitio Ramsar afectando el ambiente de las especies que constituyen el alimento de las aves migratorias”, exponen.
Igualmente, presentan información relativa a la liberación de 13 mil 226 toneladas de limos del fondo marino y de 51 mil 265 kilogramos de hidrocarburos insolubles en agua de mar.
“Es importante señalar que los limos, por su composición de partículas tan pequeñas y con afinidad al agua, no son fácilmente sedimentables, por lo que podrían quedar obstruyendo el paso de la luz lo que podría alterar los procesos fotosintéticos, alterando, por un tiempo indeterminado, las cadenas tróficas marina en esa zona. Lo anterior incluye tanto peces de importancia comercial como grandes organismos (mamíferos, tiburones), además de los invertebrados que ahí habitan”, informan.
“Respecto a los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, por su sigla en inglés), ellos destacan los polifenoles que son altamente tóxicos” que el CAS considera podrían tener efectos dañinos en la flora y fauna marinas de la zona.
Además, la MIA del proyecto en cuestión no informan sobre contaminación relacionada con la estadía de las megaembaraciones tras la construcción de este proyecto como las descargas de agua de lavado de depuradores, los efectos por el agua de lastre y la entrada de especies exóticas a la bahía, las emisiones atmosféricas de los cruceros que queman combustóleo, herramientas ambientales para evaluar la gestión de residuos sólidos (basura de los turistas), y los subsecuentes dragados de mantenimiento para el sitio.
Estas son solo una parte de las observaciones que hace al proyecto. Pero además, se plantean una serie de observaciones a los medios para el cumplimiento ulterior de la normatividad en materia ambiental en la zona las cuales van dirigidas al anfitrión de la subconcesión de cruceros, la paraestatal Administración Portuaria Integral de BCS.