La Paz, Baja California Sur. Al enterarse que el proyecto “Bajo el Mar” que pretende construir un muelle de megacruceros en Pichilingue presentó un proyecto parcial para someterlo al trámite para conseguir autorización ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en materia de impacto ambiental, un abogado del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) planteó que este tipo de fraccionamiento impide conocer el impacto real que pudiera tener en áreas naturales protegidas sensibles al desarrollo en sus inmediaciones como Balandra y la Isla Espíritu Santo.

En conferencia de prensa, el director de APIBCS, Narciso Agúndez Gómez, presentó ante los medios de comunicación el proyecto de crecimiento para el puerto de Pichilingue.

En la exposición transmitida en vivo a través Diario El Independiente, se informó que la empresa Aquamayan Adventures presentó solo una fracción del proyecto de remodelación de la terminal de mega cruceros.

Esta estrategia fue cuestionada por Mario Sánchez Castro, coordinador noroeste del CEMDA, quien consideró que, al impedir a la sociedad sudcaliforniana cuál es el verdadero impacto ecológico que tendría la construcción total del megacrucero se incurre en una irregularidad en la que otros desarrolladores ha incurrido para explotar una debilidad del proceso de evaluación de impacto ambiental que siguen las autoridades mexicanas.

“Pudimos ver una conferencia de prensa donde el titular de APIBCS explicaba estos proyectos que tiene vistos para Baja California sur, estos pasar por el procedimiento de impacto ambiental […] llama la atención que el titular de API sostenía que el proyecto de megacruceros es algo más grande […] esto nos traer el recuerdo cuando conocimos el proyecto en mayo del año pasado, que mencionaba toda la obra de dos muelles, toda un área comercial lo que hace ver que el proyecto está fragmentado, es importante establecer cuáles son las bases por las que esto se plantea un desarrollo económico para las actividades de la población”, planteó.

Aquamayan Adventure, firmó con Administración Portuaria Integral de BCS (APIBCS) un contrato de cesión parcial de derechos (APIBCS01-086/21) para 63 mil 496 metros cuadrados para la operación de un muelle de megacruceros con área comercial, espacios gastronómicos, de actividades turísticas y recreativas cuya Manifestación de Impacto Ambiental fue ingresada a SEMARNAT a finales del 2021.

De acuerdo a la información provista por la empresa el proyecto solo presentó una manifestación de impacto ambiental por 26 mil 725 metros cuadrados de construcción dejando sin declarar el impacto de los 36 mil 771 metros cuadrados de construcción.

En otras instancias CEMDA ha logrado que las autoridades judiciales admitan revisar autorizaciones en materia de impacto ambiental que los promoventes presentan de manera fragmentada, recientemente fue el caso del proyecto “Cabo Cortés”.

El despacho ambiental considera que, al autorizar proyectos sin evaluar sus impactos de forma integral, se pone en riesgo los recursos naturales de los cuales se sustentan las comunidades, ignorando la responsabilidad que tiene la autoridad ambiental de velar por el derecho humano a un medio ambiente sano.