En 2020, al comienzo de la pandemia de covid-19, debido a la escasez de respiradores y equipo protector hubo un racionamiento estricto en Estados Unidos.

En la actualidad, mientras la pandemia entra con fuerza a su tercer año, se está intensificando el control de los tratamientos.

Esto ha puesto a las autoridades sanitarias estatales y los médicos de todo EU en una postura complicada en la que deben decidir qué pacientes reciben los tratamientos que podrían salvarles la vida y quiénes no.

Simplemente no alcanzan para satisfacer las necesidades de todos los que tendrán covid las próximas semanas y estarán en riesgo de tener complicaciones graves”, comentó Natasha Bagdasarian, directora médica de Michigan.

No creo que haya manera de garantizar que les lleguen a todas las personas que los necesitan ahora”.

Las farmacéuticas Merck y Pfizer ya tienen comprometidos sus primeros lotes de las píldoras que desarrollaron para combatir el coronavirus. Los suministros están menguando. Por ejemplo, a finales de diciembre, la ciudad de Nueva York recibió unos mil 300 tratamientos de Paxlovid, una cantidad que se terminó en una semana, según un vocero de Alto Pharmacy.

La semana pasada, el gobierno de EU duplicó su pedido de Paxlovid.

Según las autoridades estatales y locales, el objetivo es lograr que las Paxlovid le lleguen a la mayor cantidad posible de gente vulnerable, con una concentración particular en quienes tienen sistemas inmunitarios débiles o están vacunados.

Es devastador decirles a los pacientes: ‘Lo siento, no podemos hacer nada por ti, debemos reservar este medicamento para los pacientes inmunocomprometidos con una enfermedad más grave’”, comentó Erin McCreary, farmacéutica del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.