El anuncio de que en esta ocasión sí se establecerá el tradicional tianguis navideño de la calle Madero en el centro de esta capital, es una decisión que alienta a la comunidad a mantener los controles necesarios para frenar como hasta ahora la pandemia que se registra por el Covid-19.

Hasta hoy la capital y el municipio de Los Cabos se mantienen en semáforo verde, con algunas restricciones mayores que las del mes pasado, pero que hasta ahora no se oponen a la realización de actividades económicas prácticamente normales.

La dinámica comercial previa a la tradicional Navidad hace de La Paz una ciudad que hasta ahora parece reencontrarse con la normalidad.

Sin embargo, vale la pena hacer notar la necesidad que existe de que mantengamos la sana distancia y el cubre boca como medidas mínimas pero muy efectivas para frenar los contagios.

El año pasado las actividades comerciales de esta capital se redujeron casi a cero precisamente por el confinamiento obligado por la pandemia.

Muchas empresas quebraron y otras estuvieron a punto de llegar a la banca rota.

Hoy es diferente, pero debe quedar claro que este retorno casi a la normalidad se debió a la actitud disciplinada de la ciudadanía y la insistencia de las autoridades sanitarias que no han dejado de hacer su tarea.

Poder disfrutar en este año de las tradicionales fiestas decembrinas es por supuesto, una oportunidad que nos ha permitido revalorar todo lo que se tuvo alguna vez en un ambiente de normalidad social.

Así que mientras la actividad comercial propia de las fiestas de Navidad y fin de año parece que se realizarán dentro de la normalidad, la actividad política por su parte se llevan a cabo dentro de su dinámica normal por lo que se espera que en el Congreso del Estado no haya necesidad de un periodo extraordinario de sesiones.

Se pretende que la actividad legislativa concluya sin mayores problemas este 15 de diciembre sin necesidad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones para la última quincena del año.

Por su parte los ayuntamientos se encuentran trabajando a marchas forzadas para conseguir los recursos económicos que se requieren para salir de los tradicionales compromisos decembrinos que son definitivamente una enorme e inevitable carga económica.

Pago de vacaciones, prima vacacional, bonos decembrinos, aguinaldos y sobre todo saldar deudas con proveedores, es la primera prueba económica de gran calado que enfrentan los nuevos ayuntamientos que a casi tres meses de haber iniciado su gestión, no sienten lo duro sino lo tupido.

Con excepción del municipio de Los Cabos donde la condición económica es por mucho más holgada que en el resto de los ayuntamientos, atender los compromisos decembrinos es aún una incógnita.

Por supuesto que por ley están los ayuntamientos obligados a cumplir, aunque el problema radica en la falta de liquidez misma que seguramente tratarán de solventar con el apoyo y salvataje del gobierno estatal que encabeza el gobernador Víctor Castro Cosío.

Así que estamos llegando a un fin de año donde la pandemia parece estar contenida por las acciones de las autoridades sanitarias y de la sociedad en general que ha seguido las instrucciones oficiales justamente para evitar que la pandemia avance.

Esperemos que este último mes del año nos deje una muestra más de que, así como enfrentamos históricamente por lo menos cada dos años, las consecuencias de fuertes huracanes, nos apliquemos como sociedad para que también de la pandemia podamos salir adelante este fin de año.

¡Que así sea!