San José del Cabo, Baja California Sur. Desde los últimos meses de la XIII Administración, encabezada por Armida Castro Guzmán, la población cabeña esperaba poder ver el inicio de la construcción de una nueva planta desaladora, un proyecto que promete resolver la escasez de agua con aproximadamente 250 litros por segundo, que serán dotados principalmente en la delegación de Cabo San Lucas.

En ese sentido, la ex alcaldesa aseguró en diversas ocasiones que pondría la primera piedra de esta obra, pero no fue posible. A dos meses de un nuevo gobierno local y estatal, continúa la espera. 

Por su parte, el titular del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS), Ismael Rodríguez Piña, afirmó que toda acción que dependía de gestión local para completar la tramitología se ha hecho y ahora solo depende de las instancias federales avanzar en el proceso.

"El tema de la desaladora y el MIG, son dos proyectos que de manera institucional se les está dando el seguimiento, de una u otra manera se le ha dado el puntual tratamiento administrativo ante las dependencias federales... No quitamos el dedo del renglón pero depende de las dependencias federales poder determinar cuando ya está la posibilidad en el sistema de poder tener estos contratos para ambos proyectos y que en ese sentido, podemos disponer de la fecha de la instalación del inicio de trabajo", dijo Rodríguez Piña.

Recordó que el  Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Secretaría de Hacienda y otras instituciones federales son las que deben dar "el visto bueno" para finalmente comenzar con un proyecto que fue impulsado por el mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador. 

Cabe mencionar que el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío declaró que este retraso podría costarle a la población sanluqueña otros dos años de espera. El recurso que se requiere es de mil millones de pesos.