• Al séptimo encuentro celebrado en la CDMX estuvieron Dilma Rousseff, José Luis Rodríguez Zapatero, Ernesto Samper y Rafael Correa
El Grupo de Puebla, integrado
por líderes políticos progresistas de izquierda en Iberoamérica, se ha
convertido en un laboratorio de la esperanza para combatir los grandes
problemas que la aquejan, como es la desigualdad y la corrupción, afirmó el
secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Al inaugurar
el séptimo encuentro de este movimiento, aquí en la Ciudad de México, al que
asisten de manera presencial y virtual 10 presidentes y ex mandatarios de
naciones de esta región, el canciller adelantó que las iniciativas y propuestas
tiene como interés que la región vuelva a estar unida en favor del desarrollo
incluyente dejando atrás el modelo neoliberal causante de la desigualdad.
“Nos une,
decía yo, la esperanza, ¿en qué? En que construyamos sociedades libres, justas,
igualitarias; jamás nos resignemos a la desigualdad.
“Estamos
comprometidas, comprometidos para dar una respuesta al agotamiento y al gran
fracaso estruendoso del neoliberalismo en nuestro continente y en todo el
mundo, pero también para señalar lo que hoy nos preocupa y lo que lastima a
nuestros pueblos”, subrayó.
Recordó la
propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador en Naciones Unidas para
que se logre un plan que alivie a las 750 millones de personas en el mundo que
actualmente viven en pobreza con solo dólares al día.
“Decía él: si
destinamos el .2%, quizá menos, del Producto Interno Bruto de los países sólo
del G20, podríamos cambiar eso este año, o cuando muy tarde en 2022.
“Si le
cobramos el 4% a las corporaciones de sus inmensas utilidades, las mil primeras
del mundo, que se han hecho más ricas en estos años, podríamos modificar esto,
sólo 4 por ciento. Si a la lista de los 20 multibillonarios del mundo aportaran
el 4%, nada más, cambiaríamos esto de inmediato”.
Acompañado de
la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, del ex
jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y los ex mandatarios de Colombia, Ernesto
Samper y de Ecuador, Rafael Correa, el secretario Ebrard Casaubon llamó la
atención sobre otro de los problemas que debe afrontar América Latina que es la
corrupción.
“La corrupción
es privilegio, la corrupción atenta en contra de los valores que defendemos,
que es esencialmente la igualdad y la dignidad humana, y todos los que estamos
aquí tenemos esa misma causa, sin duda.
“Entonces,
¿por qué decimos que es un laboratorio de la esperanza y por qué le damos la
bienvenida? Porque aquí se viene a pensar, a deliberar, a discutir y a proponer
con una dimensión de acción. Pensamiento sin acción, sería una propuesta;
acción sin pensamiento, nos vamos a extraviar”, expresó.
En tanto,
Dilma Rousseff, destacó los gobiernos de los presidentes López Obrador en
México, de Alberto Fernández en Argentina y de Luis Arce en Bolivia.
“Yo saludo la
cuarta transformación que está en proceso en México porque es una luz en esta
trayectoria del Grupo de Puebla y en nuestra conciencia de integración”.
Por su parte,
el ex jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero afirmó que
America Latina requiere mayor integración y negó que su problema sea el
comunismo.
“Los que dicen
que el problema de Latinoamérica es el comunismo y que hay que tumbar un muro
de Berlín, no el problema de Latinoamérica no es el comunismo. El problema de
latinoamérica es la desigualdad, es la pobreza y es la falta de respuesta
institucional de tantas décadas a la corrupción”, sostuvo.
Alberto
Fernández de Argentina afirmó que la pandemia de coronavirus "dejó en
claro la desigualdad que el sistema económico ha generado en el mundo”.
“Esa realidad
se convierte en un imperativo ético que nos obliga a modificarla”, dijo en su
participación virtual.