El congreso de Estado ha dinamizado sus actividades con el fin de no tener rezagos de agenda para la conclusión del presente periodo ordinario de sesiones calculado para dentro de más o menos un mes, sin embargo, aún está pendiente que se informe las condiciones en que quedó el área administrativa de la anterior legislatura.

De todos es sabido y bien conocido que la pasada legislatura no cumplió cabalmente con su labor de legislar por el bien de Baja California Sur y prácticamente durante más de un año, los entonces representantes populares, se enfrascaron en una confrontación legal que terminó por paralizar la labor de hacer nuevas leyes.

Los diputados de la pasada legislatura se concretaron más en el tema político, en la búsqueda de posiciones y candidaturas para el futuro y se olvidaron de su labor fundamental de hacer leyes acordes las necesidades de la entidad.

En esta ocasión, vale decir, que la labor hasta ahora presentada por los integrantes de la nueva décimo quinta legislatura es definitivamente de un mejor nivel parlamentario.

Hasta ahora se han concentrado en ponderar ese trabajo legislativo a pesar de las diferencias.

Ha prevalecido el respeto y la intención efectiva de proponer acciones legislativas que impacten en el bienestar de la población.

Por supuesto que esto es justamente para lo que fueron electos los diputados ya que luego de las pifias de la anterior legislatura, la sociedad está al pendiente de que ahora no suceda lo mismo.

Sin embargo y al pesar de que el Congreso va sacando la tarea correspondiente a este momento político y social de la entidad, aún falta que se informe bien a bien, qué pasó con la pasada administración en un Congreso que quedó con una deuda legislativa enorme ante la comunidad.

Inicialmente la tarea es doble para los nuevos diputados que a la par de que cumplen sus compromisos contraídos con la ciudadanía, también está el ofrecimiento de informar a detalle qué se hizo administrativamente en la legislatura que fungió del 2018 al 2021.

El actual periodo ordinario de sesiones en teoría concluye dentro de menos de cuatro semanas, el 15 de diciembre y hasta ahora todo parece indicar que no habrá periodo extraordinario y que para

la referida fecha se saquen todos los pendientes agendados por la nueva legislatura, por lo que habrá que ver también cuánto se avanza en el rezago que heredaron los anteriores legisladores.

Obviamente hasta ahora los diputados han presentado diferencias naturales por lo que representa cada uno de sus colores políticos, pero se espera, aunque parezca temprano, que para el mes de enero la competencia natural por las futuras posiciones se intensifique sobre todo entre las fuerzas que tienen amplia expectativa de triunfo para el 2024.

Está claro que para los nuevos diputados locales a partir del inicio del próximo año, es decir dentro de dos meses, habrá tres pistas de trabajo y no solo dos como hasta hoy.

La primera de estas pistas es justamente la de atender los compromisos legislativos actuales, la segunda será sacar lo que se pueda de lo rezagado de la pasada legislatura, pero la tercera cancha de acción, que puede ser muy compleja, será la de la competencia interna por algunas de las posiciones que estarán en juego en el 2024.

Así que hasta ahora la labor legislativa va dentro de una velocidad normal, pero a partir del inicio del 2024 la dinámica será diferente.

Habrá un trabajo legislativo que seguramente puede tener un impacto en los intereses políticos naturales que estarán en competencia para el proceso electoral del 2024.

Ya veremos cómo enfrentan estos retos los actuales diputados locales dentro de los cuales es posible que estén futuros potenciales alcaldes, diputados federales y hasta senadores.

Ya veremos.