Ese domingo 07 de noviembre se procederá a la elección de la nueva dirigencia estatal del PAN en Baja California Sur en donde solo se registraron dos aspirantes a esta posición que determinarán cómo participará este organismo político en los próximos meses.

Las aspirantes, como ya se ha informado son la senadora Lupita Saldaña y la exdiputada local, Maritza Muñoz Vargas quien es representante, por un lado, de la nueva clase política panista que ahora está colocada en diversos puestos de elección popular y la otra que representa la vieja guardia panista y que como grupo realmente han logrado muy poco en los avances que en lo general ha tenido el blanquiazul en la entidad.

Los militantes de Acción Nacional tendrán la oportunidad de definir quién será su nueva dirigencia y con ello marcar el destino político inmediato de este partido que gobernó las últimas dos pasadas administraciones estatales y que tuvo en sus manos la oportunidad de convencer a la población como para mantenerse en el poder por más tiempo.

No fue así, el PAN perdió estrepitosamente en las pasadas elecciones y el reto ahora es resarcir ese daño político y reconfigurarse para tratar de convencer otra vez al electorado sudcaliforniano.

Al respecto la Comisión Estatal Organizadora de este proceso informó en su momento que las aspirantes a dirigir este partido tendrán que reunir por lo menos el apoyo del diez por ciento de la militancia para participar en este proceso por lo que tanto Saldaña como Muñoz ya cuentan con este requisito y se espera que el próximo domingo se realice esa elección sin mayores problemas.

Aunque vale decir que a estas alturas la confrontación interna cada día está más álgida, será difícil mantener la unidad en este partido donde el actual dirigente Carlos Rochín, simple y sencillamente no cuenta con el liderazgo necesario para sacar en calma esta competencia.

Rebasado como dirigente estatal Carlos Rochín es evidente que ya solo espera el trámite para entregar su malograda presidencia que llevará entre sus responsabilidades las derrotas de este partido en la elección del 2018 y la del 2021.

Rochín Álvarez quedará registrado en los anales del PAN como uno de los peores dirigentes con los que haya contado este partido político en la entidad, ni más ni menos, con una evidente y clara soberbia y negligencia política que a la postre lo llevó a la debacle partidista.

Obviamente quien resulte ganadora de esta elección, que se espera sea la senadora Lupita Saldaña tendrá además de revertir la pésima labor de Rochín Álvarez reconstruir prácticamente toda la estructura de Acción Nacional y replantear estrategias necesarias para trabajar muy cuesta arriba la preparación para enfrentar el próximo proceso electoral del 2024.

Tarea nada sencilla en la que se requerirá no solo la experiencia política necesaria sino el nivel político adecuado para hacer notar a un blanquiazul que corre el riesgo de ser rezagado en la competencia electoral venidera si no se toma la decisión adecuada en la renovación de su dirigencia estatal.

Así que este próximo domingo está en juego el futuro político inmediato de este partido político que tuvo todo para estar cercano a la gente y que la arrogancia y autosuficiencia lo condujo al punto de perder la mayoría de los puestos de elección popular principalmente la gubernatura, la mayoría de las alcaldías, las diputaciones locales y federales.

Reconquistar la confianza de la ciudadanía será definitivamente el reto mayor de la nueva dirigencia estatal que quedará definida el próximo domingo.

Ya veremos que sucede.