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Hoy es martes, 3 de diciembre de 2024

En privado

Los conejillos de indias.




En algunas de mis entregas anteriores he dicho que lamentablemente los niños y las niñas han sido uno de los viables conductos de la mercadotecnia para cometer abusos. Que han constituido la carnada de los perversos, y que inclusive, han sido presa fácil de explotación por parte de partidos políticos.


Y he escrito que lo peor de todo es que estos seres inocentes han sido el disfrute de muchos animales de mente podrida que sumidos en las penumbras de la morbosidad se aprovechan de esa vulnerabilidad para desahogar sus instintos bestiales. Aquí lo aún más lamentable es recordar que de las paredes de muchos templos donde se ora a Dios, todavía surgen gritos despavoridos confundidos con sangre pederasta provocada por cientos de sacerdotes, empezando con Marcial Maciel, aquella bestia que hizo del clero una ofensiva cloaca y de su sotana una cobija satánica.


Pero el tema de hoy se relaciona con La Consulta Infantil y Juvenil 2021, una propuesta del INE para que niñas, niños y adolescentes de 3 a 17 años ejerzan sus derechos a la participación y la expresión. Un ejercicio digno de criticar, dado que a pesar de hacerse establecido desde hace más de 20 años, es momento en que no dan seguimiento a los planteamientos de los participantes y toda opinión que emiten queda escondida en los archivos oficiales.


Eso nos basta para llegar a la conclusión de que solamente se trata de justificar mayores gastos. Porque a través de esas Consultas se deja en claro que la actuación de los niños y las niñas mayores de 3 años, y los jóvenes de hasta 17 años, ha servido solamente para que el INE pueda justificar esos 13 millones de pesos que inútilmente gasta en cada uno de esos procesos.


Y digo inútilmente porque nadie jamás se ha preocupado por observar la consecución respecto a las inquietudes que han plasmado los niños niñas y jóvenes en esas boletas, de tal manera que los resultados han sido siempre negativos. Es decir, más de 20 años y nada.


Y me consta que niños, niñas y jóvenes inquietos a través de esas Consultas han dejado plasmados sus desacuerdos, sus opiniones, sus inquietudes, sus ideas, sus puntos de vista. Y también han demandado, han pedido, han expuesto, han exigido, han propuesto y han rechazado.


Sin embargo, repito, todo ha servido para maldita la cosa, ya que nadie ha mostrado su preocupación, y para ello podríamos adelantar que las primeras instituciones preocupadas por ello debieran ser los Sistemas DIF ya sean nacional, estatales o municipales. Pero nada.


Para eso, los niños y niñas –inocentes al fin-- han confiado y han cumplido su cometido participando en cada una de las Consultas. Como también lo han hecho los jóvenes en aras de conseguir un mejor futuro. Pero lamentablemente solo han sido utilizados; porque todo ha sido gritos en el desierto y manotadas de náufragos en medio del océano.


Y es que esas consultas infantiles que desde 1997 realiza el INE, (antes IFE), tienen la tendencia de confundir cuando no tienen un seguimiento como debiera, de tal manera que no cumplen sus buenas intenciones o su cometido.


Y todo indica que la confusión de estos ejercicios se debe a que sustentan su inspiración en el artículo 12 de la Convención sobre Derechos del Niño (CDN) que garantiza el respeto a la opinión de las niñas y los niños. No obstante, un análisis más detallado nos muestra que el artículo citado, escasamente se cubre con este tipo de consultas y que una referencia más apropiada para las mismas estaría relacionada con el artículo 29 de este mismo tratado internacional, ratificado por el Estado mexicano desde 1990.


En efecto, el cumplimiento del artículo 29 obliga a los Estados a asegurar que todas las formas de educación tengan como objetivo preparar al niño para una sociedad libre y que se garanticen experiencias –no limitadas sólo al ámbito escolar-- que apliquen procedimientos democráticos que le den al niño responsabilidades y espacios para practicar la toma de decisiones, la elección, la independencia, la responsabilidad, la tolerancia y, sobre todo el aprendizaje y ejercicio de los derechos humanos, tomando en cuenta que todos estos aspectos son componentes de una cultura cívica democrática.


No dudo que estas consultas contribuyen a la educación cívica de niñas y niños. Pero el Estado mexicano aún está lejos de dar cumplimiento a los derechos de participación de estos grupos y para enfatizar que un derecho no puede garantizarse a cabalidad si no se da cumplimiento a los otros y que son los resultados que arroja su participación donde piden ser escuchados y atendidos y que tras su participación en un ejercicio como el mencionado debe haber respuestas.


En síntesis, ya es hora de que alguien se preocupe verdaderamente por el desarrollo infantil y ya no lo sigan convirtiendo en carne de cañón y conejillo de indias.


Entonces, ¿qué hacen instituciones como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). O el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA). O la Secretaría de Educación Pública (SEP) para exigir que se dé seguimiento a estos ejercicios?


Cuestión de tiempo.


SUMARIO

No cabe la menor duda que para la entera satisfacción de sus representados, Edgar Guillermo Hernández Flores, en su calidad de dirigente del Sindicato Estatal de Burócratas de BCS pretende demostrar hasta el último momento de su responsabilidad cómo se pueden hacer bien las cosas. Incluso, lo anterior lo dejan en claro los procesos altamente democráticos que se vienen realizando para elegir nuevos dirigentes seccionales, en donde por instrucciones del propio líder estatal ninguno de los integrantes del Sindicato meten las manos. Y si lo hacen, es solo para organizarlos, siempre y cuando fortaleciendo la transparencia de esos procesos. Se observa entonces que Hernández Flores, entregará buenas cuentas de su trabajo que inició en Julio de 2019 y que concluye en mayo de 2022… 


Y ya que hablamos de organizaciones sindicales y democracia, es bueno saber que por primera vez en la historia del SNTE habrán de celebrarse elecciones trasparentes. En efecto, para el 2 de diciembre próximo y mediante voto directo y secreto, todos los afiliados a la Sección Tres del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación disfrutarán de su libertad para elegir al sucesor del actual líder Nicolás Gutiérrez, calificado, como el último de los charros. Uno de los más fuertes aspirantes es el profesor Carlos Alejandro Betancourt Cruz, identificado con la Planilla Azul, quien por cierto en la Secretaría de Jubilados y Pensionados lleva como responsable a la también maestra Patricia Márquez Acevedo.