La Paz, Baja California Sur. Aunque la pasada administración que encabezaba Rubén Muñoz Álvarez intentó en sus últimos días dar una solución final al problema de la toma clandestina de agua en la zona conocida como “Pozo Herdez”, los trabajos para reencauzar el acueducto no. 3 que había iniciado el gobierno municipal fueron suspendidos en la actual administración. Mientras, los transportistas que se dedican al acarreo de agua en pipas continúan gozando de esta toma clandestina a sus anchas.

El clandestinaje fue detectado el año pasado por medio de un estudio de Gestión Integral del Agua que ordenó la pasada administración en la cual se identificó que casi 480 mililitros de cada litro de agua se pierden por ineficiencia de la red de agua potable y que una buena proporción lo hace debido a la operación de las tomas clandestinas.

En su momento, el SAPA detectó el llenado de hasta 200 pipas diarias con lo cual el organismo podría beneficiar a 2 mil 500 viviendas y se tomó la decisión de reencauzar el acueducto no. 3 para evitar que la toma clandestina pasará por un terreno que está posesionado por un particular que opera la garza clandestina conocida como “Pozo Herdez”.

Sin embargo, a decir de la presidenta municipal Milena Quiroga Romero “Ahorita se pararon los trabajos porque se está revisando, precisamente la parte jurídicamente del mismo” indicó.

Mientras “se revisa la parte jurídica” del huachicoleo de agua en el pozo Herdez que extrae agua que es encauzada para las colonias del centro de la capital del estado, aún se puede ver a los paperos usar la garza clandestina sin ningún problema jurídico.

Una fuente de Diario El Independiente hizo saber que entre las obras canceladas por un acuerdo de cabildo aprobado el pasado viernes 15 de octubre los recursos asignados para terminar con el huachicoleo ya fueron reasignados para gasto corriente del ayuntamiento.