La alcaldesa de la Paz, Milena Quiroga Romero, se dio cuenta de golpe, que el cabildo del ayuntamiento que encabeza, no es un equipo de trabajo al que se le puedan ordenar absolutamente nada, independientemente de las supuestas bondades que puedan tener las iniciativas que pretenden mejora el servicio hacia la ciudadanía.

Efectivamente Milena Quiroga debió entender con claridad que el cabildo es un órgano colegiado donde las decisiones se toman por consenso, de manera democrática y no de manera lineal y bajo ninguna actitud de jefaturado.

La presidenta municipal no es jefa del Cabildo, es simple y sencillamente, un miembro más del Ayuntamiento que requiere por supuesto del consenso de la mayoría de los regidores para tomar cualquier decisión.

Por supuesto en esa labor previa de cabildeo que históricamente se ha hecho en estos órganos deliberativos antes de que se tome cualquier decisión, está a cargo del secretario general, que en este caso, es otra vez Alejandro Mota Trasviña, el mismo que acompañó en esa misma posición al anterior alcalde Rubén Muñoz Álvarez, hasta mediados del pasado mes de agosto.

La alcaldesa Milena Quiroga, pretendió casi como orden ejecutiva, que los ediles aprobaran un nuevo tabulador de sueldos para ellos mismos y los más altos funcionarios municipales, que incluía a la propia presidenta municipal.

Pero la propuesta que pretendía eliminar los apoyos asistenciales económicos y de gasolina, no procedió (por ahora en esta oportunidad) y se turnó a las comisiones respectivas.

Primera reunión formal del cabildo paceño en donde el marcador ya es adverso para la exdiputada local Quiroga Romero que tendrá que afinar su habilidad para procesar decisiones de este tipo y por supuesto se verá en la necesidad de llamarle la atención y pedirle a su secretario general, que realice con mayor capacidad y efectividad en el cabildeo respectivo.

El tabulador de sueldos que se propuso y no se aprobó, lo encabeza la presidenta municipal con un ingreso de 80 mil pesos mensuales, mientras que los altos funcionarios y los mismos regidores se propone que ganen 45 mil pesos al mes lo que fue cuestionado pues se ignora cuánto ganaban los funcionarios de anteriores administraciones.

Además, los llamados apoyos asistenciales económicos y de gasolina se propone eliminarlos, aunque no está claro cómo podrían obtenerse estos recursos para el caso de que se requieran para cumplir con parte de la labor de estos representantes populares.

Así que de golpe, en la primera sesión de cabildo, los regidores paceños le hicieron ver a la alcaldesa Milena Quiroga, que el ayuntamiento en general fue electo junto con estos representantes populares quienes dejaron en claro que no son empleados de la presidencia municipal, sino integrantes, representantes populares electos por el voto directo de la ciudadanía.

Por supuesto se espera que se encuentre el equilibrio adecuado para la labor del ayuntamiento paceño desde el cabildo que funcione de la mejor manera posible a pesar de las posibles diferencias con el objetivo claro de mejorar los servicios que deben proporcionar a la comunidad.

En La Paz requiere como en el resto de los municipios que se trabaje con la mayor unidad posible entre sus funcionarios y ediles para que al final los ciudadanos podamos encontrar mejores condiciones en la prestación de servicios fundamentales como son la recolección de basura, alumbrado público, seguridad preventiva y por supuesto una mejor distribución de agua potable.

Esperemos que las diferencias sean motivo para mejorar la labor municipal y no que la paralice.

Ya veremos.