La Paz, Baja California Sur. Luego de manifestaciones de vecinos en el marco del cambio de administración municipal, la presidenta Milena Quiroga Romero confirmó que el destino de los 9 millones de pesos que la tesorería recibió en donación de un privado para construir un parque en el barrio de El Manglito será esclarecido con los resultados de una auditoría general y minuciosa a las finanzas del ayuntamiento que concluyó.

La presidenta municipal reconoció el relato de los reporteros sobre el conflicto entre los vecinos y la administración pasada, pero se limitó a informar que el dinero no está en poder del XVII Ayuntamiento, que asumió funciones el pasado 27 de septiembre.

            “Lo que tenemos que hacer es hacernos de recursos para cumplir con la obligación y esa demanda que es lamentablemente una falta que tuvo la administración pasada, esto sin quitar el dedo del renglón que la auditoría estará revisando lo que sucedió con ese recurso que había sido destinado única y exclusivamente para la construcción del parque. Se  está investigando para saber a dónde se direccionó y por qué se direccionó a un lugar donde no correspondía”, expresó Quiroga Romero sobre el tema.

En tanto una auditoría general a las finanzas municipales da razón del destino de ese dinero, la presidenta municipal indicó que mientras se logre contar con circulante en las arcas municipales.

En contexto, los 9 millones son parte de un monto que el XVI Ayuntamiento que Rubén Muñoz planteó recibir a cambio del terreno que, por Ley, debía entregar en donación por la desarrolladora de Almar Residencial en las inmediaciones del barrio de El Manglito.

Por la vía de la manifestación, los vecinos de El Manglito lograron el compromiso del entonces alcalde de entregar el dinero exclusivamente a obras dentro del barrio, entre ellas el parque.

Actualmente en construcción en el terreno de la calle Rangel entre Sonora y Sinaloa, el parque se encuentra retrasado, como lo evidenciaron en su momento los vecinos del lugar, quienes realizaron un cierre de calle simbólico el último día de la pasada administración reclamando la promesa incumplida.