No se metan por la senda de los perversos, ni vayan por el camino de los malvados.
Muy buenos días estimable lector gracias, mucha gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando a Usted; ¡¡¡Jesucristo dijo!!! Escuchen hijos míos, las instrucciones de un Padre y estén atentos para aprender la prudencia. Yo quiero trasmitirles un saber precioso; no descuiden pues mi enseñanza, porque también fui un hijo querido de mi padre y amado tiernamente como único de mi madre. El me enseñaba y decía; sujeta mis palabras en tu corazón, observa mis mandatos y vivirás feliz. Procura adquirir la sabiduría e inteligencia y no la olvides, ni te apartes de las palabras de mi boca, no abandones la sabiduría, porque ella te protegerá; amala y será tu solución. El principio de la sabiduría es trabajar por adquirirla; a costa de cuanto posees procura adquirir prudencia, ábrele el camino, pues ella te enseñara y te llenara de honores cuando la estreches en tus brazos, sobre tu cabeza pondrá una diadema de gracia y te ceñirá una corona de gloria. Escucha, hijo mío, recibe mis palabras; para que se multipliquen los años de tu vida, yo te guio por el camino de la sabiduría y te conduzco por el camino de la rectitud, así caminaras a tus anchas, y si corres, no te tropezaras. Mantente firme en la instrucción; nunca te desanimes, guárdala bien, pues ella es tu vida.
Escuchen; no se metan por la senda de los perversos, ni vayan por el camino de los malvados; evítalo, no pongas pie en él, desvíate y pasa, porque ellos no duermen si antes no han hecho algún mal; y si no han causado la ruina de alguno, no pueden conciliar el sueño, es que su pan es de maldad, y vino de violencia su bebida el camino de los malos es como tinieblas; no advierten lo que los hará tropezar. En cambio, la senda de los justos es como luz del alba, que va en aumento y crece todo el día. Atiende, hijo mío, mis palabras, inclina tu oído a mis razones, jamás las pierdas de vista, deposítalas en lo íntimo de tu corazón, porque son vida para los que las reciben y medicina para todo hombre.
Antes que nada guarda tu corazón, porque del mana la vida, aparta de tu boca la mentira, aleja de tus labios la falsedad, que tus ojos miren de frente y tus parpados se dirijan derechos ante ti, examina la senda en que pones tus pies, así serán firmes todos tus pasos, por ultimo; “No te desvíes ni a la derecha, ni a la izquierda, aleja tus pasos del mal”.
Concluyo: para lograr sabiduría y educación, entender los sabios discursos, obtener la instrucción e inteligencia, hacer al hombre justo y recto, enseñar a los seres humanos la prudencia, a los jóvenes, ciencia y reflexión, comprender proverbios y secretos, los dichos de los sabios y sus palabras, entonces aumentara su saber y el inteligente sabrá dirigir a los demás. “SABIDURIA E INSTRUCCION NO LES INTERESA A LOS DEMAS”