CIUDAD DE MÉXICO.-La Fonoteca Nacional difundirá el primer registro sonoro del mariachi, que data de 1907, grabado por el Cuarteto Coculense en un estudio de la Ciudad de México; el cual revela que, en sus inicios, estas agrupaciones que hoy simbolizan el corazón de la música mexicana no utilizaban trompetas y que, por lo general, preferían utilizar el nombre de cuarteto.

Así lo cuenta Camilo Camacho, investigador del Catálogo de música de las regiones de México de la Fonoteca, quien preparó el paisaje sonoro ¡Achis, achis!... los primeros mariachis, con 21 grabaciones históricas que hoy serán difundidas en la página oficial de la Fonoteca, en su Youtube y en la plataforma Contigo en la distancia, en el marco del 211 aniversario del Grito de Independencia y del bicentenario de su consumación.

Todo inició cuando nos preguntamos por el símbolo musical de México y encontramos que es el mariachi, porque sólo éste une a sonorenses, yucatecos e incluso a pueblos indígenas; es una característica de identidad, a partir de la cual rastreamos las grabaciones más antiguas de la Fonoteca”, explica el investigador.

El primer registro que encontramos es de 1907, que corresponde al Cuarteto Coculense, grabado en cilindro de cera y a cargo de la compañía Edison”; aunque un año después, dice, la empresa Columbia hizo sus grabaciones en discos de 78 rmp.

También se incluyen grabaciones de mediados de los años 20 del Mariachi Coculense Rodríguez de Cirilo Marmolejo, hechas con ayuda de sistemas eléctricos más avanzados y con una mejor calidad sonora; y cierra con algunas de las primeras grabaciones del Mariachi Vargas de Tecatitlán.

Sin embargo, aclara que hay un registro que no fue considerado para esta ocasión. “Es una grabación de campo, de 1904, realizada en Los Ángeles, California, por un mariachi que canta a capela y sin la dotación completa de instrumentos”.

¿Cuándo estas agrupaciones adoptaron el nombre de mariachis?, se le pregunta. “Fue hasta 1926, cuando el Mariachi Coculense Rodríguez de Cirilo Marmolejo adoptó el término de manera oficial”; debido a que esta expresión, a finales del siglo XIX y principios del XX, “era una manifestación popular, sobre todo campesina, que implicaba cierto desprecio porque no era una tradición musical de la alta cultura”.

Y añade: “Incluso, hasta nuestros días, una manera de insultar a un músico que estudia o trabaja en un conservatorio es decirle que toca como mariachi. Así que esa idea permanece, aunque lo paradójico es que éste hoy es un símbolo nacional”.

¿En qué momento se incorporó la trompeta al mariachi? “Las primeras grabaciones datan de principios de los 30. Incluso, el Mariachi Coculense Rodríguez de Cirilo Marmolejo hizo algunas en 1926 y en 1930, en las que se incluyeron algunos instrumentos de aliento, como flautas y trompetas, para conformar el modelo del mariachi moderno”, dice.

Los fundadores del Mariachi Vargas de Tecatitlán reconocieron, dice, que se resistieron a incorporar la trompeta, pues querían mantener el sonido tradicional; “pero los medios masivos y la industria de la música los fue forzando a incorporarla. Además, poco a poco esto implicó una profesionalización de la música”, detalla.

Otro factor importante fue el cine, advierte Camacho, “porque al inicio de la Época de Oro, en los años 40, los mariachis que acompañaron a los charros cantores, como Pedro Infante y Jorge Negrete, introdujeron la presencia de la trompeta; aunque si uno ve las primeras películas de Negrete encontrará que era acompañado del Trío Calavera, entonces de moda.

En la actualidad, el referente del mariachi moderno es la trompeta y cuesta trabajo imaginarlo sin dicho instrumento. Sin embargo, la pauta fue instalada por las compañías discográficas, los medios de información y el gusto del público citadino”.

Para esta sesión de escucha, la Fonoteca difundirá piezas poco conocidas como El periquito, Las abajeñas, El frijolito, El tecolote, La malagueña, La ensalada, El gavilancillo, El toro, El cuervo, La manzanita tierna, El tren y La serenata ranchera.