La Paz, Baja California Sur. “Antes de recibir oficialmente la dirección y las diferentes áreas, tanto operativas como administrativas, se les debiera practicar una auditoría, pues, por lo menos durante la actual administración, se han creado complicidades para desviar recursos que debieran aplicarse a la seguridad de los ciudadanos”, acusaron agentes que pidieron anonimato por temor a represalias.

            “Si quieren no nos crean”, resaltaron, pero para despejar dudas “que se revisen facturas de compra de refacciones para patrullas descompuestas, y se sorprenderán como las unidades siguen en el taller y las partes automotrices adquiridas, terminaron en vehículos particulares de comandantes y/o administrativos, acciones donde también se involucran algunas refaccionarias”, señalaron. “Hay unidades en 10-7 (fuera de servicio) pero las reportan en 10-10 (activas), porque las refacciones como balatas o bombas de agua sí se compran, pero terminan en los carros de algún comandante o funcionario administrativo de la corporación policiaca”.

Resaltaron que para hacer esto, obvio se requieren complicidades desde comandantes, funcionarios e incluso talleres y refaccionarias, éstos últimos serían los menos responsables al atender la instrucción del cliente, pero también se deben investigar para deslindar responsabilidades, dijeron los informantes.