El caso del homicidio con violencia del joven Jonathan Hernández Ascencio, ocurrido hace 11 años, vuelve a la luz pública, a través de su padre.
La Paz, Baja California Sur. De acuerdo con su padre, Daniel Hernández Aguirre, las investigaciones para esclarecer el homicidio del joven Jonathan Hernández Ascencio, asesinado con arma de fuego el 4 de marzo de 2010 en un bar del malecón de La Paz, podría verse obstaculizadas con la llegada de Víctor Manuel Castro Cosío al Gobierno de Baja California Sur (BCS).
Así lo expresó el padre de la víctima de este caso que ha marcado el desempeño de las autoridades por 11 años, debido a que hasta la fecha no existe una sola línea de investigación que indique a posibles responsables del citado crimen.
Hernández Aguirre realizó una manifestación unipersonal en la plaza cívica del Gobierno del Estado, desplegando un mensaje donde afirma que el caso Jonathan es un ejemplo de "corrupción, impunidad, complicidad, mentira y burla": para Daniel Hernández el ascenso de Castro Cosío al poder ejecutivo del estado, acompañado de Narciso Agúndez Montaño como su asesor, representa un riesgo para la conducción de investigaciones.
El sobrino de Víctor Castro Cosío, identificado como “El Bebo” durante los hechos que terminaron con la vida de Jonathan Hernández aquel día de marzo, fue uno de los elementos que los adversarios políticos del ahora gobernador electo usaron en su contra durante debates y campañas sucias antes de la elección. Pero el propio Daniel Hernández descartó que, como se dijo al calor del debate hacia la guberantura, el asesinato de su hijo tenga relación con la ola de violencia del crimen organizado que tuvo lugar entre 2014 y 2018.
“Me preocupa que muevan a la gente, por ejemplo, al fiscal, cuando él ha hecho su trabajo: que llegue otro Fernando Gonzáles Rubio ahí sería volver otra vez a lo mismo”, dijo Daniel Hernández, y lamentó la relación abierta de Castro Cosío con el exgobernador Agúndez Montaño y sus allegados, a quienes llamó “grupo Los Cabos”.
“Esto es algo que se les salió de las manos a los mismos parientes de servidores públicos, por estar en el poder, pero no tiene nada que ver con otra cosa, eso está definitivamente descartado”, afirmó Daniel Hernández, y agradeció a la Procuraduría del Estado, en particular a su titular, Daniel de la Rosa Anaya, quien ofreció la oportunidad a su familia de revisar el expediente que acumula 11 años de investigaciones –o la falta de ellas–, lo que le permite decir que la muerte de su hijo no tiene relación con la operación de alguna célula criminal o la ola de violencia que se dio años después, como se manejó en campaña.
A Víctor Castro, quien hoy asumirá funciones como gobernador del estado, lo único que pide, dijo Hernández Aguirre, es “justicia para el pueblo, porque es mucho pedir que se deshaga de esa gente que no le abona a su trabajo […]: me refiero Narciso Agúndez y toda la gente del grupo Los Cabos, que la gente ya sabe quiénes son”. Negó además que se esté usando políticamente su caso: “De qué otra forma puedo pedir justicia, tengo que hacerlo cuando estas personas entran, tenemos que hacer esto porque es la única manera que nos escuchen, Víctor Castro prometió justicia, yo sólo soy uno más”.