Muy buenos días estimable lector gracias, mucha gracias por continuar prefiriendo este su Diario  El Independiente.

Inicio esta columna comentando a Usted; La idea de que la actividad política carece de prestigio y de quienes la realizan, se alejan de los problemas de la base social y priorizan sus proyectos personales, es una idea que desde hace muchos años, ha germinado en nuestro país a pasos acelerados, identificándose prioritariamente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El fenómeno de corrupción sin duda profundiza la situación de descrédito, imperante hoy en algunos lugares, lo que les lleva a los partidos a una urgente necesidad de dignificar de raíz la ética de la labor política, elevar la calidad de la política en sus dirigencia con el fin de brindar una tarea compartida por todos. 

Los partidos políticos deben comprometerse a promover el prestigio y la estatura de la política, de sus comportamientos, y por supuesto de sus estilos, recuperar la credibilidad de los partidos de frente a la sociedad y fortalecer el valor de las instituciones, revalorizar el papel del Estado ante los ciudadanos y estimular la participación social como palanca transformadora del desarrollo regional. Vivimos tiempos complicados, pero debemos devolverle a la política sus mejores atribuciones, tanto en las ideas como en los valores, ya que son parte de los principios que le dan consistencia y perdurabilidad a la democracia.

En este sentido: Hoy con el Partido de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), se requiere entrar en una nueva etapa implantando una impartición de justicia, que rompa con las viejas estructuras de dominación en el campo; los cacicazgos, el influyentísimo y la corrupción, los nuevos gobernadores emanados de MORENA como VICTOR MANUEL CASTRO COSIO, Gobernador electo en Baja California Sur, juntos van a dar una batalla contra la arbitrariedad, la prepotencia, la soberbia y contra la corrupción, porque reconocen que lo anterior y lo que más debilita a los gobiernos es la negligencia, la apatía, y la corrupción, además del incumplimiento de sus propósitos. De lo que se trata es de cerrarle el paso a las fuentes de corrupción, a los contubernios, a los favoritismos y lo más importante cerrarle el paso a la impunidad. Lo que queremos, es que se acaben de una vez por todas con esas viejas prácticas viciadas, con esas formas de dominación que se vinculan al poder y que buscan corromper en todas sus vertientes. 

Desde luego lo tendrán que hacer con mejor justicia, enfrentándose, unidos, solidarios, de esta manera se pondrá punto final de los empleados públicos que llegan sin dinero y salen ricos de las comunidades pobres. Los Sudcalifornianos no quieren que las respuestas de los gobiernos solo sean para los influyentes, para quienes quieren gozan de privilegios por encima de la Ley, quienes se han enriquecido a costa del pueblo.

Concluyo: Los Sudcalifornianos proponen una profunda reforma del gobierno, para que el gobierno esté cerca de la gente, para erradicar el mar de trámites, reducir el burocratismo y ponerle un dique a la arrogancia, a la prepotencia y a la corrupción.