• El gladiador exótico afirma que no se arrepiente de lo vivido, ya que ello lo llevó a tener hoy más experiencia y a tener una mejor vida.
Ciudad de Mexico.- La lucha libra da, pero también quita. Y así de claro lo tiene uno de
los luchadores exóticos que marcó la pauta durante muchos años en México como
fue My Flowers. Florencio Díaz, como es el nombre real del gladiador, confesó
que el mundo de los costalazos lo salvó de la prostitución cuando era joven,
pero a la vez lo llevó al mundo del alcoholismo y la drogadicción.
Sin embargo, My Flowers
afirma que no se arrepiente de lo vivido, pues al final todo fue experiencia y
lo ayudó a forjar un camino que hoy es de bien y que lo tiene libre de los
excesos.
"En Torreón, Coahuila,
yo ya la traía ganas a la lucha libre, me tenían apartado mi lugar de primera
fila, pero ya no me pasó por mi cabeza 'el voy a ser luchador'. Me empezaron a
llamar la atención otras cosas. Me llega a mi vida un niño que me regalan, que
era mi sobrino, que en paz descanse porque lo mataron. Pero él cambió mi esquema
de vida totalmente.
"Mi cuñada no lo
quería, yo le dije que lo tuviera y que me lo regalara, y sí, a los cuarenta
días se fue y me lo dejó. Me dijo mi abuela: 'ahí está tu niño, tú lo querías y
ahí está'. Y llegó a cambiar mi esquema de vida, porque en ese tiempo yo ya me
dedicaba a la prostitución, estaba dentro del travestismo, y ese niño me vino a
hacer pensar en más adelante, el niño iba a crecer y yo no quería darle ese
ejemplo. Yo no quise que él me viera como lo que en ese tiempo fui y se me atravesó
la lucha libre y empecé a entrenar", relata My Flowers para en el canal de
Youtube Luchadictos TV.
Innovó en la lucha libre
My Flowers explicó que una
vez que se convirtió en luchador profesional decidió mezclar su vida anterior
con su nuevo personaje, situación que afirmó causó un gran impacto en los
cuadriláteros.
"Se me viene la idea de
llevar el travestismo a la lucha libre, lo que hice solo fue cambiar de
escenario, en lugar de estar en el bar, estaba arriba del ring. No era
criticado, gracias a eso la gente me tuvo cariño. Miraban al joto arriba del
ring, pero lo veían partirse la madre", dijo.
Los excesos
El luchador exótico de 58
años de edad acepta que fue en la lucha libre donde cayó en las adicciones,
como fue el alcohol y las drogas; sin embargo, no culpa al deporte de ello,
pues tiene claro que todo fue su responsabilidad.
"El exceso lo tomé yo,
el que se pasó de exceso fui yo, eso me llevó al alcoholismo y la drogadicción,
no le voy a echar la culpa a la fama ni al dinero ni a nadie. Los alcohólicos
tenemos algo muy cabrón, nos paramos en tribuna y lo primero que decimos es que
venimos de una familia disfuncional, pero el que la cagó fuiste tú".