No debe de quedar impune el reciente atraco al Congreso local Mejora UABCS su planta de aguas residuales Conversaciones con el diablo
Jesús Chávez Jiménez
No es por jorobar, ni macháquear sobre un nauseabundo tema. Creo que más bien es un asunto de sentido común. Y creo que debe abordarse. Es el desmedido dispendio de recursos públicos que se llevaron los ex diputados locales. Darle carpetazo al tema es convertirse en vergonzosa complicidad. Vemos hoy copias de cheques para las diputadas y diputados que frisan el millón y medio hasta dos. Y tras estos documentos está la opacidad ¿qué les pagaron? ¿Porque tanto? Y una pregunta añeja ¿porque se cobraban medio millón de pesos mensuales? Un solo legislador se llevó en los tres años diez ocho millones de pesos.
Es decir una insultante cantidad, para un pueblo con marcadas necesidades económicas. Pese a esa jauja aún al final se liberaron esas cantidades grotescas que aparecen en esas copias de cheques que todos conocemos. Sé que no les importa lo que diga el ciudadano. Ellas y ellos ya se fueron a gozar de sus fortunas. Pero se quedan aquí sus partidos que los postularon quienes son los que resentirán los daños a la imagen y a sus postulados, de honradez y justicia ¿social? Mínimo se debería de dar una explicación por esos mordidones al erario en el Congreso. También los pagadores de este dinero o sea la CP Francisca Covarrubias Sánchez tiene la responsabilidad de informar y públicamente de esas erogaciones.
Sin pretender acusar sin bases pero al menos expresó la sospecha que maneja la voz pública de que si hay opacidad mata la duda y brota el dicho de que el que parte y reparte se queda con la mayor parte ¿Cuánto les tocó a los pagadores? Ya arrancada la nueva legislatura lo mínimo que se espera una rigurosa revisión a esos dineros que según los legisladores salvaguardaban. No pueden los actuales diputados cargar con ese atraco público y desfachatado. O al menos que pretendan seguir con el caminito sustancioso de esas raterías. Pronto lo sabremos.
En seguimiento del programa de gestión ambiental responsable, y con objeto de tener un aprovechamiento más óptimo del recurso hídrico, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) hizo mejoras a su Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), misma que fue afectada en 2014 a causa del ciclón tropical “Odile”.
Además de la rehabilitación de su infraestructura, a este proyecto se añadió un aula didáctica y un almacén para llevar a cabo estudios de calidad del agua, espacios que servirán como laboratorio de prácticas para estudiantes de las carreras afines al tema; de manera especial, de la Licenciatura en Gestión y Ciencias del Agua.
De acuerdo con la Dra. María Z. Flores López, Profesora-Investigadora del Departamento Académico de Ciencias de la Tierra y responsable del Plan de Manejo Integral del Agua, una instalación de este tipo conlleva una serie de procesos físicos, químicos y biológicos para eliminar los deshechos presentes en el agua.
“En contexto, las aguas residuales frecuentemente van a estar o ya se encuentran contaminadas, producto de actividades humanas, industriales o de tipo pecuario, por ejemplo, que suelen llamarse de manera técnica, descargas. Éstas se trasladan por alcantarillas hasta llegar a una PTAR, donde son saneadas y, posteriormente, pueden reutilizarse”.
En el caso de la UABCS, mencionó que la planta está diseñada para operar mediante el proceso biológico de lodos activados convencional y proyectada para tener un caudal máximo de 6 litros por segundo.