• Hidalgo y el inicio de la Independencia mexicana e Iturbide y la consumación de esta guerra inspiran cuatro muestras que reúnen documentos, pinturas y fotografías
CIUDAD DE MÉXICO.-Miguel Hidalgo (1753-1811) y Agustín de Iturbide
(1783-1824): el sacerdote e insurgente que inició la guerra por la
Independencia mexicana el 15 de septiembre de 1810 y el militar, político y
emperador que consumó este movimiento el 27 de septiembre de 1821. Ambas
efemérides serán recordadas por el repositorio digital Memórica, de
la coordinación nacional Memoria Histórica y Cultural de México.
Hoy, el portal subirá tres exposiciones que rememoran a Hidalgo y cómo
se ha conmemorado el inicio de su movimiento en diversas fechas del siglo XIX y
su centenario en 1910. Y, a partir del próximo 27 de septiembre, se podrá
observar una muestra “de contenido más complejo”, más documental, sobre la
consumación de esta guerra, a partir de diversos expedientes del Archivo
Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El curador Rubén Amador detalla en entrevista con Excélsior el contenido de las
tres propuestas para evocar el inicio de la Independencia hace 211 años. “La
primera exhibe algunos documentos sobre las conmemoraciones del 15 y 16 de
septiembre a lo largo de varios años. ¿Qué se hizo, por ejemplo, en 1827, en
1840 o en 1910?; son discursos, pronunciamientos, develaciones de monumentos y
documentos”.
Agrega que la segunda está dedicada a Hidalgo, como “personaje
emblemático, central” en el arranque del movimiento liberador. “Se puede
consultar una copia de su fe de bautismo, un documento sobre la abolición de la
esclavitud y distintas representaciones gráficas, pinturas y grabados.
También tenemos un expediente interesante de
un cura que fue capturado junto con las tropas de Hidalgo, cuando van huyendo
hacia el norte, y se pueden leer las condiciones en que fueron capturados
Allende e Hidalgo en Acatita de Baján”, añade.
El promotor señala que la tercera muestra exhibe material gráfico de la
Fototeca Francisco Cicero del Archivo General de Campeche, que acaba de
integrarse a Memórica. “Seleccionamos las que se refieren a aspectos de la
celebración del centenario de la Independencia en este estado, en 1910; con la
idea de conocer qué ocurría en otras regiones del país”.
Afirma que cuentan además con una línea del tiempo sobre este
episodio. “Es un recurso didáctico, atractivo, tanto para un usuario general
como para un profesor de historia. Es sobre todo el proceso independentista,
que inicia en 1808 y culmina en 1821. Se puede ver el relato de distintos
acontecimientos, con recursos documentales, gráficos y bibliográficos”.
Respecto a la consumación de la Independencia el 27 de septiembre de
hace 200 años, indica que “se narra lo que pasó desde que se expide el Plan de
Iguala, en febrero de 1821; pasando por la firma de los Tratados de Córdoba
hasta el ingreso del Ejército Trigarante a la Ciudad de México”.
Destaca que esta exposición es básicamente documental. “Es una narrativa
que expone de qué manera se van ganando las plazas que tenían los realistas y
cómo éstos las van entregando a los independentistas. Es interesante, porque
nos damos cuenta que la resistencia fue muy escasa y cómo se fueron dando los
acuerdos entre los realistas y los iturbidistas”.
Amador dice que llaman la atención los documentos y las cartas de los
generales realistas a Iturbide, diciéndole que no quieren más derramamiento de
sangre, pues ya llevan diez años de guerra. “También las misivas entre Juan
O’Donojú, el último virrey de la Nueva España, e Iturbide, quien lo convence de
que firme el acta de Independencia, aunque España la reconoce hasta 1836”.
Apunta que es importante reconocer a Iturbide “como una persona que supo
unir distintas partes antagónicas de un proceso que posiblemente hubiera
continuado unos años más. Nos acercamos a lo que fue Iturbide, a la persona;
figura de la que la historia oficial no quiere hablar, porque se parte de la
idea de que siempre hemos sido republicanos y rechazamos la monarquía. Aquí se
rescata un proceso global, complejo, difícil, que da a Iturbide su verdadera
dimensión”, concluye.