La irresponsabilidad
No fueron los terribles efectos de la Pandemia los que provocaron tanta destrucción y suciedad en los centros educativos de Baja California Sur. Más bien fue la indolencia, la omisión y la irresponsabilidad por parte del entonces Secretario de Educación Gustavo Rodolfo Cruz Chávez.
Y es que, pese a lo que diga en su defensa, fue él quien dejo los planteles en manos de los criminales, porque no tuvo la visión de ordenar al director de cada unidad para que diariamente al menos se diera una vuelta por su escuela, ni tampoco tuvo la voluntad de ordenar a los responsables, para que mantuvieran limpios los planteles.
Porque según la SEP, estos últimos tienen la categoría de Conserjes. Y de acuerdo al diccionario, los Conserjes se encargan de la seguridad y el mantenimiento de los edificios. Y aunque pueden llevar a cabo reparaciones menores, entre otras tareas, su principal función es proteger los diferentes espacios de que se trate. Entonces, tenían una obligación primordial, lo que al secretario le importó muy poco y prefirió volverse omiso.
Y justamente como resultado de esa imprudencia y esa negligencia, todos los planteles del estado fueron descuidados y por tanto estuvieron expuestos ante quien fuera. Por eso el vandalismo, por eso el robo, por eso la destrucción.
“Las autoridades simulan que están haciendo las cosas”, dijo en su tiempo y en clara alusión a Cruz Chávez, Adriana López Monje, Presidenta Regional de la Asociación de Padres de Familia, y con justa razón advirtió que: “es una simulación terrible porque no pueden garantizar un regreso seguro a clases”. Y hoy ahí están las consecuencias.
Escuelas en ruinas, sucias, desprotegidas. Centros educativos que los malvivientes de manera arbitraria utilizaron como refugio para sus fechorías, y como excusados para defecar sus porquerías. Lo cual es penoso cuando sabemos que jamás las escuelas estuvieron en estas condiciones.
Y todo esto ocurría mientras el Secretario de Educación cómoda y desvergonzadamente aplicaba la regla del changuito, de no ver, no escuchar y no decir nada.
Y no era para menos, cuando sabía que durante el anterior sexenio, fue otro de los arropados por la cobija de la suerte, después de dejar la rectoría de la UABCS, donde lo único que presumió fue que durante su permanencia como tal no hubo ningún estallamiento a huelga. Lo cual es cierto.
Pero eso no se debió a los buenos oficios de Cruz Chávez, sino a la buena disposición de los dirigentes de los sindicatos tanto del Personal Académico (SPAUABCS), como del Sindicato Único de Trabajadores Administrativos (SUTAUABCS), ambos de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Y eso me consta, porque en esos tiempos yo trabajaba como reportero para diario El Independiente y me tocaba cubrir esas áreas, Era cuando los dirigentes sindicales coincidían en que el interés superior para ellos era la educación de los jóvenes y la tranquilidad del Estado. Y optaban por negociar, bajo cualquier circunstancia, y así evitar un conato de estallamiento de huelga.
Por cierto que a oídos de Adriana López Monje, presidenta regional de la Asociación de Padres de Familia de Los Cabos, llegó la expresión de que derivado de la pandemia por Covid-19, los padres de familia de BCS habían tenido un ahorro sustancial en materia educativa, respecto a lo cual Adriana López Monje, dijo “eso es una gran mentira”. Con cuya sola expresión le asistió toda la razón.
Sin Embargo, lo que Adriana López Monje debió haber dicho es que no fueron los padres los que ahorraron, sino que el ahorro lo obtuvo la Secretaría de Educación Pública al no limpiar y al no
reparar las escuelas. Como también abstenerse de entregar bonos para uniformes y útiles escolares durante la pandemia.
Luego entonces, a fin de sanear esas oficinas y evitar habladurías, la nueva titular de la SEP Alicia Meza Osuna, está obligada a ordenar una auditoria a la anterior administración.
Con eso, seguro estoy que empezará muy bien su trabajo al frente de una institución como esa, que por sí sola merece reconocimiento y respeto.
Cuestión de tiempo.
SUMARIO
Gran sorpresa la que se llevaron todos los colegas representantes de los diversos medios de comunicación que se reunieron con el nuevo gobernante. Y es que, a decir verdad no esperaban respuestas tan favorables de parte de Víctor Castro Cosió, en lo que se refiere a salud y seguridad social para ellos y sus familias, lo cual me manifestaron posterior al evento algunos de ellos. Eso deja en claro que en VC no anida la insensibilidad, y que es alguien que también ha sufrido privaciones. Por tanto, es un hecho que no será sordo a los reclamos de nadie. Y menos de los más necesitados como él lo ha dicho…
Aun cuando sus defensores de oficio --que son muy pocos--, digan lo contrario, las expresiones de la gran mayoría del pueblo respecto a la irresponsable actuación de Rubén Muñoz Álvarez como alcalde de La Paz, es lo que cuenta. Y no es para menos cuando en dos ocasiones fue designado como el peor alcalde a nivel nacional. Así es, la primera deshonrosa distinción fue en 2019, cuando justamente un organismo de alta seriedad y gran reputación como lo es el instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del gobierno federal, cuya institución, tras realizar la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) dejó claramente especificado que la percepción ciudadana sobre el trabajo de Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, de extracción MORENA como alcalde de La Paz, se encuentra entre los cinco peores alcaldes del país con un sentido de percepción de incapacidad del 85.60 por ciento.
Mientras que la segunda le fue otorgada a Rubén Muñoz para distinguirlo como el peor alcalde del país en la encuesta: “Así va tu alcalde” por parte de la Consultora TResearch conforme a los resultados de julio de 2021. Situación muy penosa que deja entrever la nula capacidad para administrar y lo que por supuesto, nos deja como lectura que, está obligando a Milena Quiroga a hacer milagros… Difícil la tarea que le espera a Rigo Mares como diputado local en aras de sacar el lodo del Congreso del Estado, pero conociendo la honestidad y la imparcialidad de José María Avilés, también diputado aunque de partidos distintos, y quien gusta llamar a las cosas por su nombre, seguramente que encontrará en él, ese aliado que necesita para lograr mejores resultados.