• El jefe del Ejecutivo inauguró la muestra dual que integra mil 525 tesoros culturales. Presumen bienes patrimoniales repatriados.
Ciudad de México. Para reconocer
a quienes nos dieron libertad y lucharon por la Independencia, la justicia, y
la democracia, “en este día muy especial” en el que se conmemoran los 200 años
de la consumación de la Independencia de México, el presidente Andrés Manuel
López Obrador inauguró ayer la magna exposición dual La Grandeza de
México en el Museo Nacional de Antropología (MNA) y en el salón
Iberoamericano de la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En su conferencia
matutina, el jefe del Ejecutivo declaró que la muestra sirve, sobre todo, para
homenajear a muchos héroes anónimos, “recordar el heroísmo de nuestro tiempo y
la grandeza cultural de México”.
También anunció la
escenificación –que se realizó la noche de este lunes– de siete pasajes de
nuestra historia que llevaron a la consumación de la Independencia del país,
además de espectáculos de música y danza folclórica.
La magna
exposición dual La Grandeza de México reúne mil 525 piezas, de
las cuales “más de 800 son exhibidas por primera vez”. Hay objetos prehispánicos
del periodo preclásico y obras del siglo XX.
Acompañaron en la
inauguración al presidente López Obrador, la jefa de Gobierno de la Ciudad de
México, Claudia Sheinbaum, el titular de la secretaría de Relaciones
Exteriores, Marcelo Ebrad; de Educación Pública, Delfina Gómez Alvarez; de la
Defensa Nacional, general Luis Crecencio Sandoval; de Marina, almirante José
Rafael Ojeda Durán; de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, así como del
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, entre otros
funcionarios.
El titular del
INAH detalló que en La Grandeza de México también se presenta
una importante cantidad de documentos históricos. En general, en el MNA se
exhiben 380 piezas, de las cuales 334 son nacionales, dos repatriaciones y 44
de traslado temporal, que provienen de otros países, mientras en el salón
Iberoamericano de la sede de la Secretaría de Educación Pública, “hay mil 145
piezas, de las cuales 264 son nacionales, y 879 repatriaciones”.
De acuerdo con
Diego Prieto, las piezas recuperadas provienen de Estados Unidos, Italia,
Alemania y Países Bajos. Además de que se reúnen piezas de 23 de las 32
entidades federativas con la finalidad de ofrecer un panorama general de la
inmensa diversidad del patrimonio arqueológico, histórico, paleontológico y
antropológico del país.
Las obras, añadió,
conforman un boceto de México, con sus paisajes, sus pueblos, sus luchas, sus
sueños y sus creaciones, “cosmovisiones que nos dan rostro, la terrenalidad que
nos da cuerpo y la ritualidad que nos da espíritu.
“Comenzaré con un testimonio de la Sierra de
Jalisco. Un hombre recordaba que en su niñez pasaba las tardes soñando en las
cosas interesantes que habría más allá de los cerros que tenía enfrente y a
veces soñaba ser un zopilote y volar muy suavemente, como vuelvan los
zopilotes, hasta dejar atrás aquel pueblo donde no sucedía nada interesante.
“Había leído un
libro de aventuras en regiones donde existían las tierras y los mares más raros
que se haya visto. Ese memorioso era Juan Rulfo, que descubrió después que los
paisajes de su país no eran menos rudos. Retrató al México de colores ocres que
acompañan al norte de planicies y desiertos, y dialogó con viajeros que
pintaron los paisajes verdes y húmedos de los trópicos, de ríos inmensos donde
la complejidad de la vida es otra, así como las regiones orientales y sureñas,
con sus nudos de montañas, ríos y selvas excesivas o los bosques y valles altos
del Altiplano, con tierras fértiles y muy pobladas en que se gestaron las
conspiraciones independistas.
“Presentamosun
México de paraísos que tienen todo para todos, pero en que la realidad social
ha impuesto la injusticia en su distribución y su disfrute”, puntualizó el
director del INAH.
Incluso se exhibe
un meteorito encontrado en 1804 en Charcas, San Luis Potosí, proveniente del
Museo Nacional de Historia Natural de París, Francia, el cual convive con
pinturas de muralistas connacionales, como David Alfaro Siqueiros y Diego
Rivera.
Los objetos
repatriados, como el cuadro El biombo de la conquista,
así como los “traslados temporales”, se han integrado al guion museográfico
expuesto con sus diferentes temas: El territorio, símbolo del arraigo; La
espiritualidad, desde la prehispánica hasta la evangelización y las
manifestaciones surgidas de la yuxtaposición de creencias; El individuo, origen
y centro de las culturas; y El simbolismo, para cerrar con las expresiones del
nacionalismo en el arte mexicano.
Una de las piezas
estelares de la muestra es el Mapa de Uppsala, resguardado en Suiza. Se trata
de un plano del valle de México realizado en 1555, cuya versión original muy
pocas personas han podido ver. Se exhibe al pie de un cuadro de Juan O’Gorman,
quien en su pintura lo detiene entre sus manos, frente a la construcción de una
nueva ciudad.
Otra joya es una
escultura bautizada como La señora de la falda de estrellas, del
siglo XIV, proveniente del museo de Tehuacán, Puebla.
El Museo Nacional
de Historia del Castillo de Chapultepec tuvo a bien facilitar un chimali, un
escudo con plumas que se presume perteneció a Moctezuma II, único en México. El
núcleo museográfico Simbolismo comprende un penacho, “que no lo es porque sólo
mide 16 centímetros de diámetro, además no perteneció a Cuauhtémoc. Se incluye
en la muestra, con un cráneo que tampoco es de Cuauhtémoc, con la idea de ver
cómo de pronto la riqueza mesoamericana se vuelve tan admirada que se empiezan
a adquirir colecciones”, puntualizó Romero Blanco.
Del Museo Quai
Branly-Jacques Chirac, en París, viene una figurilla de Chupícuaro,
asentamiento al sur del que ahora es el estado de Guanajuato, que es una pieza
icónica sobre Mesoamérica en el recinto.
Como parte de la
conmemoración, agregó el director del INAH, se pondrá en circulación el
libro México, grandeza y diversidad, que reúne una serie de
ensayos escritos por más de 30 especialistas, con un tiraje de 130 mil
ejemplares, que serán distribuidos mediante el Fondo de Cultura Económica. La
magna exposición La Grandeza de México estará abierta cinco
meses.