De acuerdo con la investigación de BBVA Resarch, la renta en espacios turísticos se ve desplazada por plataformas de hospedaje
La Paz, Baja California Sur. De acuerdo con una encuesta realizada por BBVA Research, Baja California Sur (BCS) tiene los valores de renta más altos en el país, sólo superado por otras cuatro entidades de la república.
Para la población millenial, BCS es una de las entidades donde la renta de una vivienda es más costosa. En 2020 la renta en BCS se estimó en un promedio de 2 mil 925 pesos mensuales. BCS es la quinta entidad con la renta más alta del país, superada por la onerosa Ciudad de México, donde la renta supera los 5 mil 62 pesos mensuales en promedio. Otras entidades, como Querétaro (3,759 pesos al mes), Nuevo León 3,637 pesos al mes) y Baja California (3,177 pesos al mes) completan el “top 5”.
A punto de rebasar los 3 mil pesos mensuales, la renta en BCS pudiera presentar un ascenso debido a la proliferación en la oferta de plataformas de gestión del hospedaje como Airbnb, que desplaza los espacios arrendables para optar por una versión aparentemente más rentable de gestión de la propiedad. De acuerdo con la investigación de BBVA Resarch, con un salario promedio de 8 mil 869 pesos mensuales un empleado requiere invertir casi la tercera parte (33.3%) de sus ingresos mensuales en la renta de una vivienda.
“Se me dificulta un poco encontrar un lugar en el centro, todos son muy caros, luego mi trabajo cambió, con la pandemia no tengo que ir a mi lugar de trabajo de lunes a viernes, por eso opté por rentar en la zona sur de la ciudad”, expresó Mauricio Cota, quien se dedica a las ventas en una empresa de telecomunicaciones. Mauricio dijo rentar en Chametla, donde encontró una casa para su pareja y la nueva integrante de la familia, su hija.
“Mi esposa perdió su trabajo en la pandemia y ahora vende pasteles, yo le ayudo mientras me dedico a las ventas; ahora lo tengo que hacer por teléfono”, lamentó. Dice no tener la misma productividad que antes de la contingencia y le preocupa su estabilidad laboral.
Una persona con dos propiedades en el centro de la capital del estado, quien pidió anonimato para su entrevista, informó que dejó de rentarlas para optar por la plataforma Airbnb.
“Tengo dos casas, una en el Esterito y otra en el Santuario, las dos las remodelé cuando se salieron los últimos inquilinos”, explicó, refiriendo que dos locales comerciales que tiene su hermana en el centro serán convertidos en espacios de hospedaje: “es una decisión económica”, afirmó. “Gano mucho más ahora que cuando rentaba y, la verdad es que, es menos riesgo porque el inquilino hace suya la casa y es más difícil darle mantenimiento y mantener control sobre la propiedad, que con un contrato de arrendamiento”.